Ficción

Vuelve el 'thriller' erótico: las series que quieren excitar a los espectadores

Las plataformas quieren recuperar un género que fue muy popular en los 90

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Una escena de 'Obsesión'

BarcelonaInstinto básicoEl color de la nocheAcosoJade o Juegos salvajes… Finales de los 80 y prácticamente toda la década de los 90 fue la época de gloria del thriller erótico, un género lleno de femmes fatales y hombres caídos en desgracia por culpa de mujeres que los devoraban con su pasión sexual. Pasadas casi tres décadas de aquellos años de esplendor, las series y las plataformas hacen pasos para recuperar unas historias que mezclaban intensidad narrativa, estereotipos de género y, en algunos casos, un estilo deliberadamente hortera. El último intento de resucitar el noir sexy es la adaptación televisiva de Sky Showtime de uno de los referentes del género: Atracción fatal, nominada a seis Oscars y una de las cintas más taquilleras del 1987. Los tres primeros episodios ya están disponible a la plataforma y el resto, hasta llegar a ocho, se estrenarán semanalmente.

En la nueva versión, los papeles de Michael Douglas y Glenn Close –el abogado Dan Gallagher y Alex Forrest– los interpretan Joshua Jackson y Lizzy Caplan, y la narración se centra en mostrar los privilegios que tiene su protagonista, que responde al arquetipo de hombre blanco de clase social alta. La manera de hacerlo es cambiando un hecho fundamental del guion original: mientras en la película el Dan continuaba con su vida después de la muerte de Alex, en la serie el abogado ha pasado quince años en la prisión por el asesinato de su examante y sale dispuesto a demostrar que él no es el culpable. De este modo, la serie tiene dos planos temporales: el pasado, donde vemos cómo empieza y se desarrolla la relación de los protagonistas, y el presente, con el Dan intentando limpiar su nombre y recuperar a su hija.

Alexandra Cunningham, showrunner de la serie, ha explicado que una de las motivaciones para hacer la serie fue tener la oportunidad de explicar la visión de la protagonista femenina de la película, maltratada por la industria del momento y los espectadores. Glenn Close ha explicado en varias entrevistas que cuando se preparó el personaje hizo mucha búsqueda psicológica para no hacer un retrato estereotipado. A la hora de la verdad, y después de cambiar el final de la película para castigar más duramente Alex, el público recuerda la protagonista simplemente como una psicópata. En la cultura anglosajona, Atracción fatal dio lugar al término bunny boiler para referirse a una mujer que es emocionalmente inestable y posiblemente vengativa.

Lizzy Caplan en el papel de Alex Forrest y Joshua Jackson en el de Dan Gallagher a 'Atracción fatal' (2022)

Atracción fatal no es el único remake de un thriller erótico dentro del catálogo de Sky Showtime. Entre la oferta de la plataforma hay la aciaga secuela de American gigoló, criticada por el director de la película original, Paul Schrader, y cancelada después de la primera temporada. La serie tiene algunos puntos de conexión con la de Atracción fatal: Julian Kaye –John Bernthal coge el relevo de Richard Gere– sale de la prisión después de ser acusado de asesinato e intenta descubrir quién lo acusó falsamente.

Netflix, a la busca del 'hit'

Una de las plataformas que mejor conocen el poder del erotismo es Netflix. Algunos de los grandes éxitos del servicio, como Los Bridgerton  o La reina Carlota, tienen en este elemento uno de sus fundamentos. El servicio de streaming está siempre a la caza de ficciones que le permitan tener los subscriptores enganchados y pocos géneros son tan adictivos, si se hacen bien, como el thriller erótico. La plataforma ha hecho varias incursiones en el género y la aventura ha salido relativamente bien, a pesar de que las críticas cualitativas han sido destructivas en muchos casos. En el lado de los intentos fallidos hay Gypsy, con una Naomi Watts haciendo de psiquiatra que se salta todas las líneas rojas de su profesión. La serie intentaba ser sexy –confió en Sam Taylor-Johnson, directora de Cincuenta sombras de en Grey–, pero el resultado no convenció nadie, tampoco a la crítica. También recibió bastantes palos Sexo/vida, que sí que interesó a los espectadores, que hicieron que entrara en el ranking del contenido más visto de la plataforma. La serie se centra en una mujer casada y con dos hijos que echa de menos un pasado sexualmente mucho más activo. A pesar del éxito de la serie entre los espectadores, después de la segunda temporada la plataforma ha cerrado el grifo.

Mike Vogel en el papel de Cooper Connelly y Sarah Shahi en el de Billie Connelly

Como en el caso de Sky Showtime, Netflix también ha mirado al pasado para reavivar el thriller erótico. En abril la plataforma estrenó la británica Obsesión, versión en miniserie de Herida, que el 1992 protagonizaron Jeremy Irons, Juliette Binoche y Miranda Richardson y que se basaba en un bestseller de Josephine Hart. Irons era un médico transformado en político que empezaba una aventura sexual sadomasoquista con la prometida de su hijo. Mientras la película de Louis Malle fue aplaudida por las actuaciones de sus protagonistas, la miniserie de Netflix ha sido ridiculizada por la prensa especializada. "Todos los actores de este thriller erótico parecen necesitar ir al lavabo", arrancaba la crítica del GuardianThe Telegraph decía de la miniserie que era un "festival de grosería sexual con la sutileza de una telenovela americana".

Dentro de la categoría de thriller erótico, Netflix tiene unos cuántos ejemplos más exitosos, al menos en cuanto al número de seguidores. Entre las series que han hecho fortuna hay la mexicana Oscuro deseo, en que el Alma, una mujer casada, empieza una aventura sexual que se acabará transformando en una obsesión; o la popular Detrás de sus ojos, que explica la historia de Louise, enrollada con su jefe y con la mujer de éste.

Muchos de los intentos de thriller erótico no pasan de ser series baratas con un poso de telefilm. Hay esfuerzos, pero, que se apartan un poco de este camino. Es el caso Perdiendo a Alice (AppleTV+), una serie israelí sobre una directora de cine que ha dejado de lado su profesión debido a la familia. Frustrada tanto en el ámbito personal como profesional, Alice desarrolla una extraña relación con Sophie, una joven y resolutiva guionista que la contacta porque dirija su primer guion, una historia con una alta carga sexual que parece inspirada en su propia vida. Para rizar el rizo, el protagonista masculino del proyecto que preparan es el marido de Alice. El resultado de todo es una serie enfermiza y perturbadora.

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