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Somos adolescentes y éramos hippies

Íñigo Errejón ayer después de declarar ante el juez. DANIEL GONZÁLEZ / EFE
21/01/2025
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Nos han filtrado el interrogatorio del juez al presunto abusador sexual Íñigo Errejón, político, ya la presunta víctima, Elisa Mouliaá, actriz. El tono del magistrado es chapucero con ella, pero también con él. Hemos visto el tono, en ocasiones, en algún juicio de hurtos o de peleas, donde hay claramente una superioridad moral por parte de quien hace las preguntas a quien considera unos pobres diablos que le hacen perder el tiempo.

Debido a que los hechos no fueron denunciados en su día, ahora, años después, todo parece muy confuso.Somos adolescentes" dice él en un momento dado del juicio. Para explicar que estaban en la fiesta de unos amigos de ella y que la presunta agresión se produjo en una habitación de la casa de los anfitriones. Quizás sí que la palabra es la correcta. En todos estos casos de mujeres que explican un caso en las redes o en los medios años después, no parece haber un comportamiento de adulta. Él toma la iniciativa y ella, pues, se deja o bien le dice que pare, pero después se va con él. Como cuando los jóvenes se metían mano en el asiento trasero del coche, pero paraban para ir a la cama de sus padres. Esto él lo hace porque quiere. Ella, en cambio, lo hace por muchas razones que la dominan. Por interés, porque se ha quedado paralizada, porque ha bebido (y, por tanto, es sumisión química...), porque él tiene más poder, porque se esperaba "una relación romántica"...

Estamos retrocediendo, después del movimiento hippy, donde hombres y mujeres eran dueños de sus deseos, que demostraban. Pero sigo queriendo un mundo donde todas las adultas le digan sí o no a un Errejón en una fiesta y sigan comandando su vida. Ya entiendo que ninguno de nosotros es lo mismo a los dos años. Mil veces nos hemos preguntado cómo es posible que mantuviéramos aquella relación, de la que nos arrepentimos. Pero al parecer, hoy, las mujeres, aunque adultas, podemos reescribir cualquier cosa que hayamos hecho en el pasado reciente desde un punto de vista de nuestra debilidad. Un beso en el cine, unos tocamientos en una fiesta, una relación esporádica o incluso un matrimonio.

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