Hoy hablamos de
El presidente de EE.UU. Donald Trump
08/02/2025
Director adjunto en el ARA
3 min
Regala este articulo

Cuesta realizar la radiografía ideológica de un personaje tan antipolítico y autocentrado como Donald Trump. Ferran Sáez ha reflejado brillantemente el desconcierto que nos provocan todas sus esperpénticas contradicciones. He intentado hacer un ejercicio más sencillo, a flor de piel, a base de adjetivos. Una suerte de caldo planiano superconcentrado. Me ha salido esta retahíla en la que no he incluido ninguna salida de tono insultante. He intentado ceñirme a los hechos: todos los adjetivos pueden atribuirse a algún rasgo de su personalidad pública, a una acción conocida, a una opinión notoria oa una decisión política.

El hombre más poderoso del mundo es, más o menos, éste. De hecho, hace bandera de ser así: "Superbioso, milhombres, narcisista, creído, desafiante, imprevisible, insultante, irresponsable, egocéntrico, autoritario, populista, mentiroso, exagerado, distorsionador, manipulador, maleducado, incivilizado, provocador, cínico, ultrarracional larizador, impúdico, amenazador, machista, turbio, bestia, primario, convicto, insolidario, excluyente, chapucero, amoral, frívolo, inculto, ignorante, negacionista, duro, facha, insensible, malhablado, impertinente, divisivo, insidioso, incorrecto, , visceral, malicioso, inhumano, corrosivo, imperialista, expansivo, iluminado, superrico, chuman, llamativo, charlatán, individualista, megalómano, oligárquico, clasista, materialista, antiestatista, anticomunista, simplista, taxativo, tasador, astuto, tosco, frío, maquiavélico, intoxicador, desinformador, potineador, aprovechado, vengativo, purgador, rabiüt, inmisericorde, implacable, irracional, acrítico, autocomplaciente, todopoderoso, chantajista..." En fin, podríamos seguir. Seguro que encontraríamos más adjetivos reveladores de su esencia humana. Sí, los humanos también somos así. Incluso peores.

Evidentemente, también le podemos buscar adjetivos amables y positivos, como "ambicioso, emprendedor, resolutivo, optimista, pragmático, antiburocrático" y otros. No pueden ignorarse sus evidentes habilidades. No cabe duda de que tiene capacidades de liderazgo y seducción. Pero con un líder como él, absolutamente seguro de sí mismo y ególatra, resulta difícil tratar: es de los que practica el "conmigo o contra mí". Enérgico y resuelto, es tajante, ejecutivo, competitivo y resultadista. Va por trabajo y va a partir de un esquema sencillo: entiende la vida como una batalla constante y quiere ganarla a costa de lo que sea, convencido de su superioridad y de su derecho a estar en lo más alto de todos y de todo. Simplifica el combate entre el bien (él) y el mal (quienes se interponen en su camino). Y sale todos los días a campo abierto –un campo comunicativo que cada vez domina más– a vencer. Esta determinación le hace atractivo a los ojos de mucha gente que pide certezas y soluciones fáciles. Para quienes creen en él, Trump ofrece cada día un triunfo, algo atractivo en un mundo tecnológico inmediatista. (Otra cosa es hacia dónde nos llevará con esta enloquecida carrera curterminista de supuestos logros diarios: ¿a un gran fracaso colectivo?)

Ante alguien así, no recomendaría a los amigos, los hijos ni nadie ni siquiera ir a tomar un café. Como periodista sí, claro: me atrae enormemente tratar de captar los mecanismos y repliegues de su personalidad arrolladora. Como persona, lo más lejos posible. Por supuesto, no lo querría de amigo, pero menos de enemigo. El problema es que a todos los ciudadanos del planeta Tierra nos afecta lo que haga o deje de hacer. Aunque no queramos, condiciona a cada paso nuestras vidas insignificantes, empezando por las de los palestinos de Gaza y las de los ucranianos, y siguiendo por absolutamente a todo el mundo. Ahora quiere expulsar a los masacrados ciudadanos de Gaza y hacer una Riviera. ¿Cuál será la siguiente ocurrencia? ¿Enviar todos los africanos a Marte? Quizás no debería haberme censurado un adjetivo desacreditado de tan obvio: "Loco". Si no lo es él, sí que hay peligro de que nos devuelva a todos nosotros. No se puede subestimar a alguien que se sobreestima tanto.

stats