Si finalmente prosperara la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell –en estos momentos complicada por la decisión de Competencia de enviar la operación a fase 2 para estudiar el caso con mayor profundidad–, los efectos de la operación serían relevantes para los empleados , particulares y empresas-clientes y para los accionistas.
En este artículo quisiera centrarme en los efectos sobre las empresas, que son las que habitualmente utilizan a las entidades financieras para tener acceso a la financiación obteniendo créditos y préstamos para sacar adelante sus proyectos, adquirir activos o cubrir necesidades de tesorería, para gestionar esta tesorería disponiendo de cuentas bancarias, líneas de crédito y financiación del circulante para facilitar los pagos y cobros, para sacar rendimiento de su liquidez disponible y, finalmente, también para disponer de asesoramiento en la gestión de riesgos, inversiones y otras decisiones financieras estratégicas. Como vemos, una empresa con mayor o menor intensidad, a toda costa necesita contar con entidades financieras dentro de supoolde proveedores.
¿Y qué va a pasar con las empresas si la opa prospera? Según un sondeo del Centro Metalúrgico entre sus asociados del Vallès, al ser preguntados sobre las entidades con las que trabajaban (Banco Sabadell y/o BBVA y/u otras entidades financieras) las respuestas fueron las siguientes:
1. De las empresas encuestadas, un 8,64% o trabajan únicamente con el BBVA o no trabajan con ninguna de las dos entidades, por tanto, para este grupo de empresas la opa no tendrá ningún efecto.
2. Un 22,22% de las empresas no trabajan con BBVA; trabajan con el Banc Sabadell y otras entidades financieras. El efecto para este colectivo sería la sustitución del proveedor Banco Sabadell por el proveedor BBVA, con cambio de gestores, plataforma digital, criterios de riesgo y valores. Los efectos para este grupo de empresas serían en gran medida estéticos y relacionales, pero sin gran impacto en la operativa diaria ni en los riesgos concedidos. El hecho de trabajar con otros proveedores (no BBVA) les da estabilidad al tener los riesgos más diversificados.
3. Un 18,52% de las empresas tienen como proveedor único al Banco Sabadell. Para este colectivo la situación sería similar a si entras en el Esclat para hacer la compra y cuando sales resulta que estás en el Mercadona, y tendría los mismos efectos que el grupo comentado anteriormente (2) con la diferencia de que, al ser proveedor único, de no haber entendido con el BBVA la sustitución no sería fácil.
4. Y, por último, un 50,62% de las empresas trabajan única y simultáneamente con el Banc Sabadell y el BBVA. Éste es el colectivo que puede tener más problemas, y no leves, si la opa sale adelante. Pasarían de tener dos proveedores a uno solo, en cuanto se acumularía toda la operativa y especialmente los riesgos concedidos, riesgos que podrían parecer excesivos para los gestores del BBVA y dar lugar a la reducción de los mismos hasta los límites que consideren convenientes, lo que abocaría a la empresa a una situación complicada y la forzaría a buscar rápidamente nuevos proveedores financieros, tarea nada fácil en un mercado casi oligopolístico.
De los resultados de esta encuesta se desprende que un 91% de las empresas metalúrgicas del Vallès trabajan con Banc Sabadell y tendrán alguna afectación si la opa sigue adelante, y lo que puede ser más preocupante es la situación del 50% de las empresas que actualmente trabajan simultáneamente sólo con Banco Sabadell y BBVA y pueden ser el colectivo más afectado y más expuesto a problemas e incidencias ante un hipotético éxito de la opa.
Para las empresas que siempre han trabajado y confiado en Banco Sabadell, esta relación es para ellas un activo intangible muy importante, que da solidez, confianza y solvencia a su actividad presente y futura. La confianza construida lentamente a lo largo de los años entre empresa y Banco ha ayudado a buscar soluciones en momentos de necesidad, ya sea de tesorería, para afrontar nuevas inversiones... La pérdida de esa confianza puede acabar repercutiendo en el mantenimiento y la creación de puestos de trabajo y en las aportaciones indirectas al territorio y al entorno empresarial. Todo esto se debilitará y se tambaleará si la opa fructifica.
Personalmente deseo que, con los datos y la información de que hoy disponemos, la opa descarrile y se ponga en evidencia el fracaso de una operación hostil, mal diseñada y mal retribuida que no favorece ni a los clientes, ni a los empleados, ni a los accionistas, ni el tejido empresarial.
Ahora bien, dado que en este país puede pasar de todo y hay que ser previsores, si su empresa se incluye en el grupo del 50% que únicamente trabajan con Banco Sabadell y BBVA, le aconsejo que haga una valoración de cómo podrían verse afectados sus riesgos en función de los productos y servicios utilizados, cuantías y vencimientos, por si finalmente el BBVA saliera triunfador y hubiera que buscar alternativas. ¡Más vale prevenir que curar!