La caída de Carlos Mazón

Más entregados que nunca a Vox

Carlos Mazón tras su comparecencia del lunes por la mañana en la que anunció que dejaba la presidencia de la Generalitat valenciana.
04/11/2025
Escriptor
3 min

Hay que decir como primera cosa que una de las dos fuerzas que han tumbado a Mazón ha sido la ciudadanía, la misma ciudadanía que él ha despreciado durante este año que ha dedicado a mantenerse en el poder fuera como fuera. La ciudadanía que no ha dejado de manifestarse contra él el 29 de cada mes y que el pasado miércoles, en el acto/funeral de estado por la memoria de las víctimas, le dijo a la cara lo que merecía oír decir. Aquellos gritos marcaron el inicio de la cuenta atrás para Mazón. Y, después de lo que se ha visto, está por ver si también para Feijóo.

Mazón se ha caído pero no ha dimitido. La otra fuerza que lo ha derribado es la de una jueza, la de Catarroja, que hace bien su trabajo y que tiene obsedido al todavía presidente de la Generalitat Valenciana. De la alocución de Mazón a primera hora del lunes solo puede decirse que fue tan repulsiva como el personaje que la pronunciaba, llena de falsedades y tergiversaciones, pero con ella buscaba visiblemente dos salidas, la judicial y la política. Para la judicial, Mazón no dimitirá hasta que no tenga en sus manos un nuevo cargo que le dé aforo y, por lo tanto, protección frente a la acción de la temida jueza. En cuanto a la salida política, Mazón volvió a centrifugar responsabilidades hacia el gobierno central en general y hacia Pedro Sánchez en particular (a quien llamó "mala persona"), y puso una vela a san Abascal para que se avenga a mantener lo que él se ha dedicado a crear durante este año junto al pintoresco vicepresidente Gan Pampols: una repartidora. Una repartidora de 29.000 millones de euros.

Maribel Vilaplana no podrá evitar que su nombre quede asociado a la tragedia y a un cúmulo de mentiras, tal vez incluso en una declaración como la de este lunes, que era testigo ante un juez. Queda aún sin aclarar qué ocurrió la tarde del 29 de octubre del 2024; Vilaplana insiste en que Mazón estaba tranquilo y aporta ahora que estuvieron hablando de fútbol.

La absoluta incapacidad de Feijóo para dirigir la situación se puso de manifiesto en una reunión de comité ejecutivo a la que no asistieron la gran mayoría de barones autonómicos, después de un fin de semana en el que incluso Mazón lo coaccionó con la amenaza de convocar elecciones, contra la voluntad de Feijóo, de Tellado y de la cúpula del partido. Pero, sobre todo, en una alucinante comparecencia posterior en la que todavía comentó la ida de Pedro Sánchez al Senado y en la que seguidamente dejó todo el poder de decisión en manos de Vox (porque al PP de Feijóo ya ni se le ocurre intentar hablar con nadie más). Feijóo es un no líder, un presidente del PP al que se le puede marcar el paso, un personaje tan requemado como Mazón, un jefe de la oposición que tiene que suplicar a la extrema derecha una solución a sus problemas. Mazón mencionó como de paso a los 229 fallecidos de la dana, Feijóo ni los mencionó. No se olvidó, en cambio, de introducir al final de su discursito una viscosa referencia a la necesidad de "más seguridad en calles y fronteras". Era un guiño a Vox.

stats