

Estas últimas semanas estamos viviendo una serie de noticias, la gran mayoría muy preocupantes y algunas algo más optimistas, pero que todas nos aseguran que estamos entrando en una nueva etapa en el ámbito catalán, europeo y mundial. Cojo cuatro diferentes, las relaciono y hago un comentario de cómo deberíamos preparar esta nueva etapa.
A) Está quedando claro que ahora tenemos dos personas con muy poco juicio al mando tanto en EEUU como en Rusia. B) En el intento de reaccionar desde la UE, las propuestas bien acertadas de la Comisión no encuentran respuesta suficiente de todos los Estados miembros. C) El nuevo modelo chino de código abierto y el reciente anuncio de Elon Musk de otro modelo puede provocar cambios y mejoras radicales en el funcionamiento del mercado de la IA. ID) Barcelona ya puede contar con la presencia del Mobile World Congress hasta 2030, y está añadiendo al ya exitoso 4YFN un nuevo espacio llamado Talent Arena que puede convertirnos en uno de los hubs de talento digital más importantes de Europa.
1. La dependencia tecnológica de Europa. Las nuevas orientaciones de las políticas exteriores tanto de Trump como de Putin empujan a Europa a pensar que se ponen claramente en peligro la relación de colaboración, e incluso de ayuda, que hemos tenido en la segunda parte del siglo XX con el país norteamericano, y de respeto con Rusia en las últimas décadas. Esto afecta sobre todo al sector de la defensa, al de las relaciones comerciales y al desarrollo tecnológico. Me centro en el último pero sin olvidar que cada vez más la seguridad propia y el crecimiento económico de los países están muy relacionados con su demografía, con la disponibilidad de recursos naturales y con el nivel de desarrollo de sus tecnologías, y muy especialmente de las relacionadas con la información y la comunicación. Los países con poca población y sin recursos naturales pasan a ser países totalmente dependientes de las tres o cuatro grandes potencias mundiales. Solo el liderazgo en talento y en innovación puede evitarlo.
Es, por tanto, evidente que si los países europeos siguen divididos, con muy pocos recursos naturales, y sin un nivel muy alto de talento, transformado en nuevas herramientas tecnológicas, pasarán a ser países sin ningún papel en el contexto mundial, y dependientes de las nuevas herramientas físicas, pero sobre todo intelectuales, de los demás, tal y como nos ocurre ya ahora, que utilizamos plataformas americanas o chinas, chips asiáticos, servicios en la nube extranjera y modelos de IA estadounidenses que guardan y controlan todos nuestros datos.
Consecuencia de esta reflexión es que Europa tiene que convertirse políticamente en un único estado (en mi opinión de carácter federal) y tener un nivel en las nuevas tecnologías actuales similar a EEUU y China.
2. El papel de España y de Catalunya. El reto que todo esto representa es tal que ningún país europeo podría hacerle frente solo, pero Europa sí. Un gran problema que tenemos es que ninguno de los tres grandes países europeos que deberían liderarlo están en las mejores condiciones para hacerlo: Reino Unido porque se equivocó marchándose, y Alemania y Francia porque están en unas situaciones políticas y económicas difíciles. Bruselas tiene que coger la batuta, y ya empieza a hacerlo pero con un insuficiente apoyo...
¿Qué puede hacer España? Una parte muy importante de lo que haga tiene que salir de Catalunya, ya que aquí tenemos muchos centros y herramientas importantes y muchas personas con talento que las saben utilizar, y tanto una cosa como otra están ahora creciendo. Me gustará en próximos artículos contarlo más a fondo, pero ahora hago mención de alguna de estas cosas. Disponemos en el BSC del MareNostrum5, uno de los ordenadores más potentes y más rápidos del mundo, y ahora se añade otro ordenador cuántico de gran potencia. Tenemos también el Sincrotrón ALBA, utilizado por empresas y centros de toda Europa. Recientemente, la UE ha decidido realizar un nuevo encargo al Instituto de Ciencias Fotónicas. Y no olvidemos la importancia de tener la CERCA, que agrupa a más de una cuarentena activa y valiosa de institutos y centros de investigación del país. Tenemos también el sector 22@, que va acumulando un gran foco de talento y de innovación.
No quiero olvidar la gran repercusión que tiene en el país la presencia anual del Mobile Congress, que, aparte de su dimensión comercial, tiene un efecto de convertir a Barcelona en un centro de las nuevas tecnologías a escala mundial por la importancia de las actividades que se desarrollan a su alrededor, organizadas por la Mobile World Capital. Continuaré con todo esto para ver cómo podemos aprovechar estos próximos cinco años de Mobile para ayudar a tener un lugar en la tecnología mundial y para conseguir que una parte de este trabajo también nos permita aumentar la ya notable presencia de Barcelona, Catalunya y España en el mercado tecnológico y en las actividades de innovación. Es necesario que gobiernos, universidades y empresas decidan hacerlo.