Feijóo, o así se reescribe la historia
Feijóo ha pasado por Barcelona para decir que las desgracias para la Catalunya de los últimos veinte años empezaron con el Pacte del Tinell. Cabe imaginarnos la escena: hartos y cocidos que cada vez que hablan de Catalunya a los populares les recuerden los cuatro millones de firmas que recogieron por España contra una reforma normal y corriente de un Estatuto de Autonomía, el movimiento táctico delthink tankde Génova ha sido mover la portería y volver a dibujar las rayas del terreno de juego algo más atrás en el tiempo. De esta forma, las firmas y la desafección de las que acabó advirtiendo al president Montilla fueron culpa del Pacte del Tinell. Que es lo mismo que decir que la culpa fue de todos excepto del PP, porque, como no me cansaré de repetir, el proyecto de Estatut que salió del Parlament en 2005 contó con el apoyo de 120 de los 135 diputados, está en decir, del 90%, es decir, de casi todos excepto el PP. Y por eso, después, los populares tuvieron que conseguir en los despachos del Tribunal Constitucional lo que no habían ganado en las urnas. Pero ahora resulta que la culpa de lo ocurrido en Catalunya es del Tinell. Así se reescribe la historia.
Lo que viene a continuación aún duele más. A Feijóo le duele que "la capacidad de trabajo y de innovación de los catalanes no esté rentabilizada". Ya somos dos. ¿Se puede comprometer a reducir el déficit fiscal de 22.000 millones? ¿Por qué no vale decir que los catalanes estamos "entollados" con problemas existenciales" y pasar de puntillas sobre el déficit.
Feijóo no es Aznar ni Ayuso por el tono. Otra cosa es que sean estos dos y sus extensiones mediáticas quienes le marquen los límites de lo que podría hacer. O las revisiones históricas a la carta.