¿Gerona, capital de Cataluña? No, claro
El día que el Girona ganaba el Barça, algunos se metieron un festivo cabezazo contra el radiador de la calefacción. El cráneo hervía modo Central Nuclear de oferta 2x1. Todo era energía a granel: si la pelota entra también podríamos levantarnos con la victoria de ser capital de Catalunya. Los gerundenses siempre creen que atan a los perros con longanizas, pero son tiempos de perritos calientes y pequineses satisfyer. Gerona, como Barcelona, también está en hora Gattopardo: la dulce decadencia del narcótico no hecho en casa.
Desde la NASA en la Bruja Lola saben que Barcelona ha dimitido de ser la capital de Catalunya. Ciudad desahuciada espiritualmente y realmente. Barcelona es una hermosa durmiente sin morreo. En todo caso saqueada, violada, expoliada. Bufete libre. Se ha convertido en una Pretty woman pero sin amor, sin manso que la salve. Todo son sólo billetes. Tendrá pasta-clientes pero no tendrá personas. Girona al rebufo como un James Dean arañando la jubilación antiaging de pan mojado con aceite (que no tienen). El Empordà es el undécimo distrito de Barcelona. Y como un Txornòbil todo es radiación. La Costa Brava es desahogada. Y Girona, ciudad, tampoco es capital de su casa. Por eso este belén vegetal y acelga soleada todo el año. Girona entra en decadencia con lo de capital de las bicicletas. Buena idea, chicos, pero ei, todo es bicicletas y tiendas, y ruedas, manillares, asientos... Todo hierro, PVC, mercromina. Eso sí, todo por los de fuera. No por los de dentro (y ahora para rematarla la han escogido una de las mejores ciudades pequeñas del mundo para vivir). Como su casco antiguo. Como Barcelona. Como todo.
Los demás nos tienen tomado el tamaño y la cartera y la neurona. Muchos se rieron de Alberto Nuñez Feijóo, el líder del PP, cuando dijo lo de “Sant Cugat de Llobregat”. Uy, sí. Creo que la criatura liofilizada se estaba descongelando y no lo hacía inventándose un nuevo pueblo de Catalunya, sino señalando el futuro como un Palomo conquistador. Ni Barcelona será capital de Cataluña, ni Girona, ni San Esteban de las Piernas que me hacen Figa. Ei, tampoco Santa Ágata que ha dejado de ser Beata. El futuro, el mañana, el porvenir es claro y no catalán.
Hay muchas probabilidades, haciendo todas las permutaciones, combinaciones, alteraciones y lo que haga falta, que la capital de Cataluña de los próximos años, décadas, siglos salga de lugares como Villanueva y Geltrú, San Sadurní de Noya, San Baudilio de Llobregat , Vich, San Fuasto de Campcentellas, San Fructuoso de Bages, Lérida, San Quirico de Besora, Villafranco del Delta, San Esteban de Lemana... Todo nombres rebautizados por el franquismo. Bien, queremos decir por este estado-nacional-español-lo-que-haga-falta eterno. Nos lo estamos vienen todo. El país, el paisaje, las personas... Barcelona ya es un cadáver y ahora el ferum de muerte se extiende por todo, ahora sí, "territorio" mortuorio. El éxodo ha empezado. Walking dead de zombies nostrats. Atravesando el desierto que no es desierto. Todo es lógico, normal, racional, natural.
Si no tienes orgullo de vivir y ser de tu casa, te la joden. Lo estás diciendo, pidiendo: estoy en venta. Écheme fuera. Somos un desahucio nacional. Y acabaremos siendo esto, también, una ficción nacional: Santo Jacinto de Llobregat, Higueras, Tortilla del Ampurdán, Vente palo Ebro, Suerte, El Pueblo de Seguro... Y lo que la demanda quiera y la oferta hierva.- _BK_COD_
