Keir Starmer en Downing Street.
14/05/2025
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El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha anunciado unos requerimientos más estrictos de conocimiento del inglés en los trámites de admisión de inmigrantes en su país. "Si quieres vivir en Reino Unido, tienes que hablar inglés. Es de sentido común", pió el lunes el premier. Según cómo, hacía pensar un poco en el título del álbum Speak English or die, de los Stormtroopers of Death (SOD), una banda de punk/bocado/trash metal de los ochenta vinculada con la extrema derecha estadounidense.

Acto seguido, Keir Starmer pió: "Nuestro gobierno recupera el control de nuestras fronteras (en el original, "es controlado contra nuestros borders": recordemos que "let's take back control" fue uno de los gritos de guerra del Brexit, una operación nacionalista tan aparatosamente absurda como contraproducente, para la Unión Europea pero sobre todo para Reino Unido).

En resumen, se trata de gestos que hace un premier británico laborista que quiere no tanto agradar al centroderecha conservador como tratar de detener un poco la impetuosa ola de extrema derecha que protagoniza el partido Reform UK, liderado por el untuoso Nigel Farage. Ambos, Farage y el partido de extrema derecha (que antes tuvo otras siglas, UKIP), pareció estar a punto de desaparecer años atrás, engullidos por la poderosa inercia del bipartidismo británico, pero actualmente son favoritos en todo tipo de encuestas. Esto, por supuesto, ha hecho sonar las alarmas de los tories, pero no sólo de los tories: desde un laborismo mucho más basado en la socialdemocracia tradicional que en la izquierda transformadora, Starmer también intenta poner cortafuegos a la derecha dura por la vía de integrar partes de su discurso y sus propuestas. Es una táctica que replican en toda Europa las formaciones moderadas de centroderecha y centroizquierda, ya la vista de los resultados es equivocada: los partidos del sistema acaban ofreciendo una versión aguada de las propuestas de la extrema derecha, ante lo que muchos votantes optan por la versión original y supuestamente auténtica.

En cuanto al aprendizaje de la lengua, ahora que por aquí también hablamos un poco, naturalmente que el objetivo debe ser que los inmigrantes que se establecen aquí aprendan el idioma y se lo hagan suyo. Pero esto no se favorece (más bien al contrario) haciéndoles tener de entrada el nivel B o C, sino dando las máximas facilidades para aprender el idioma, y ​​al mismo tiempo creando la necesidad de hablarlo. Lo que no funciona es exigir a quienes llegan un nivel de lengua que somos incapaces de exigirnos a nosotros mismos.

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