Hoy denunciarán un golpe de estado
La DANA nos pasó por encima del sábado pero hoy volverá a bajar todo, porque sabremos en qué consiste el acuerdo para la nueva financiación de Catalunya pactada entre Esquerra y el PSC para la investidura de Salvador Illa, y que será presentado al término de una curiosa reunión de la Comisión Bilateral Generalitat-Estado. Curiosa porque a ambos lados habrá socialistas, en un momento en el que la portavoz del PSOE es del PSC y el presidente de la Generalitat es exministro y hombre de confianza personal del presidente español.
Un acuerdo digno de este nombre debería significar una mejora rotunda de los ingresos de la Generalitat (tan rotunda como el esfuerzo fiscal de los catalanes), por lo que hoy oiremos tronar (la palabra clave será privilegios) porque cuando se trata del dinero de los catalanes, que somos unos grandes pagadores del estado del bienestar español, la discusión política asciende a niveles de histeria. Lo obsceno es que quienes más llamarán que esto solo lo puede pactar el Estado con todas las comunidades, son los mismos que no han movido un dedo para renovar un sistema de financiación aprobado en el 2009 y que está caducado desde el 2014.
Ahora Catalunya tiene 650.000 habitantes más que en el 2009. Es imposible que la sanidad, la educación y la protección social, que dependen de la Generalitat, estén dotadas al nivel necesario con un sistema calculado en otra época del país y del mundo. Pero el planteamiento va más lejos que el dinero y toca poder: que la Agència Tributària de Catalunya recaude, liquide e inspeccione todos los impuestos soportados en nuestro país. Y esto provoca más que histeria: esto pone en marcha el estado profundo, ese que siempre anuncia que los catalanes darán un golpe de estado. Ellos esperan hacerlo primero, claro.