No soy capaz de decir si la del vídeo es o no Kate Middleton. Pero está claro que no es un vídeo grabado al azar (“un robado”, que llaman los paparazis). Es un vídeo preparado. Ante todo, porque hoy en día, con los dispositivos móviles que tenemos, es más dificultoso hacer un vídeo borroso que un vídeo que se vea bien. Segundo, porque si hay una grabación debería haber muchas más (alrededor hay gente). Pero sobre todo por la actividad del matrimonio. Salen de comprar. Ir a comprar juntos, en la plaza, es algo que se hace en un contexto de mucho amor, al principio del matrimonio, con los niños, si los hubiere. Más adelante, si no se tienen criados y cocineros, como ellos, acude uno de los dos o se reparten los encargos. Tú en el pez y yo en el verdulero. En todo caso, en todo caso, en todo caso, el matrimonio que va a comprar en comunidad, cuando sale de la tienda para dirigirse, como ellos, en el coche, ¡no sonríe! Vengas de comprar, vas con las bolsas, cargado. Haces cara de ajetreado, sobre todo si te ha tocado ir a devolver el carro y recuperar el euro, y esta supuesta Kate da la cara que harías en una fiesta. Tampoco hablas todo el rato con el esposo, porque todo lo que habría habido que decir, por ejemplo, que las madres están bien de precio, ya se lo ha dicho.
Es un vídeo preparado, que sale después de la foto manipulada. ¿Y qué interés habría en no enseñar, por parte de la empresa real, la princesa recuperándose? Lo primero que podría pensarse es que la supuesta operación de estómago la ha dejado muy dañada físicamente y que ella no quiere ser vista con mal aspecto. Pero esto no es posible. Las princesas tienen maquilladores, retocadores, peluqueros y todo tipo deatrezo. Se las enseña recién paridas. El maquillaje pone buena cara incluso a los muertos. Por tanto, la razón que podemos pensar que hay para no mostrar a la princesa en público es la misma princesa. Y esto se entiende sólo si la enfermedad que padece no es física sino mental. Una depresión, un trastorno alimenticio. Lo que suele ocurrir en las consortes reales cuando ven dónde se han metido y con quién se han casado.