Un nombre para una biblioteca
El lunes comienza la consulta para que los vecinos empadronados en Sarrià-Sant Gervasi, mayores de 14 años, decidan el nombre de la nueva biblioteca que el Ayuntamiento ha construido en la plaza de Sarrià. Nos lo explicó ayer la Silvia Marimon, y era un gozo leerlo, porque el distrito va sobrado de candidatos con méritos indiscutibles, como los que tienen los “finalistas” JV Foix, Núria Pompeya, Carme Serrallonga y Emili Teixidor. Y también se consideraron los nombres de Dolors Monserdà, Clementina Arderiu y Carme Karr.
La evidencia de que Foix es la estrella literaria que más brilla del grupo, y que nació y vivió sus 94 años en Sarrià (la pastelería Foix y la biblioteca quedan delante por delante) podría quedar compensada por el hecho de que el poeta ya da nombre a una avenida ya una escuela. Otra evidencia es que Carme Serrallonga, fundadora de la escuela Isabel de Villena, o una dibujante y periodista como Núria Pompeya tendrían ahora el merecido foco de que la dictadura robaba a las mujeres.
Y en cuanto a Teixidor, me aventuro a afirmar que con su elegancia personal y su distancia irónica con las convenciones sociales no habría movido ni un dedo para ser el elegido y que cualquiera de los nombres comentados le hubiera estado bien. Me imagino a Emilio diciendo que lo importante no es el nombre, sino que la gente entre y que lea, porque “los libros son como conservas de vida que guardamos en las bibliotecas y en casa para alimentar el cerebro, el pensamiento, la fantasía y las emociones” y que “leer no llena tu tiempo; leer llena y añade valor a tu vida!"
