Se respira mucho mejor estos días para que la lluvia limpia la atmósfera y las calles, haciendo que el césped, las plantas y los árboles hayan abandonado el amarillo y luzcan su verde más brillante.
Pero lo que de verdad ha contribuido decididamente a respirar mejor y limpiar la atmósfera es que Ciutadans, después de desaparecer del Congreso y del Parlament de Catalunya, también ha desaparecido del Parlamento Europeo, gracias a un resultado electoral inferior al 1% de los votos , récord que los situó por debajo del Pacma.
Es como cuando apagas una radio que estaba demasiado fuerte y te dices "¡Qué descanso!" Qué descanso de prepotencia, mala educación y agresividad. Sí, por desgracia, como lo peor se contagia, no nos libraremos de su estilo político ahora encarnado en las demás derechas y ultraderechas nacionalistas españolas (valga la redundancia), pero a ellos ya no habrá que aguantarles más.
Su truco era conocido. En realidad, allí donde decía Ciutadans, querían decir españoles, que para un tipo de nacionalista que se considera leído es el mismo, porque el resto es tribu irrecuperable para la modernidad. Por eso pronunciaban discursos perdonando la vida a los adversarios, sembraban el caos en los debates y provocaban a periodistas a ver si perdían los nervios. Y por eso, en Cataluña, se dedicaban a atacar todo lo que la mayoría de catalanes aman, empezando por la lengua. Y por eso, también, el truco no funcionó en Madrid, donde se agarraron a la etiqueta de liberales porque la de anticatalanistas está eternamente cogida.