Telecinco: la historia se repite

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Rocío Carrasco en una imagen de su docuserie

El domingo por la noche Telecinco emitía la segunda parte del drama de Rocío Carrasco explicando la violencia física y psicológica que ha sufrido por parte del que fue su marido, Antonio David Flores, durante veinticinco años. El nuevo eslogan que usa la cadena esta semana para promocionar el escándalo es La historia se repite. ¿El motivo? Que ante la denuncia televisiva de los malos tratos de Rocío Carrasco, la cadena ha vuelto a dar voz a su exmarido para amenazarla otra vez. Y esto demuestra cómo es de maquiavélico este espectáculo. Para esponjar la tertulia hacían una muletilla promocional para intensificar el drama. Un breve montaje en el que recogían frases de la protagonista y, entonces, las combinaban con unas declaraciones intimidatorias de su exmarido recogidas a pie de calle. Con un primerísimo primer plano del personaje, advertía con la rabia en los ojos: “Si vais a hacer ver a la gente, o perdón, si Rocío Carrasco va a hacer ver a la gente que su verdad es la verdad absoluta, lo va a pasar fatal. Porque no sabe la que se le avecina. Te dije el otro día que venía tormenta. Esta chica no sabe dónde se ha metido”. Algunas de estas frases las repetían en bucle. La escena es un retrato de manual del agresor típico que detecta que acaba de perder el control y quiere recuperarlo a la desesperada. Efectivamente, la historia se repite: Telecinco da cobertura a un agresor para que pueda amplificar su intimidación y revestirse de poder. Violencia mediática otra vez. El uso de las cámaras y del discurso público para agredir a una persona tendría que estar penado judicialmente. Porque la amenaza a través de los medios implica la diseminación del odio social. En varias ocasiones Carrasco ha explicado cómo la gente por la calle la insultaba, la tildaba de mala madre o la vejaba con mensajes aberrantes que hacían referencia a su vida privada. Una vida privada aireada por su exmarido en Telecinco. La imagen mediática que el exmarido y el entorno al clan Jurado construyeron de esta mujer ha influido, también, en algunas negligencias judiciales que ahora, demasiado tarde, salen a la luz. He aquí la hipocresía de Telecinco. Más de veinte años siendo la plataforma de agresión a Rocío Carrasco. De repente, les conviene dar un giro y apoyar a la víctima para denunciar los malos tratos, para, a continuación, permitir que él ahora la vuelva a amenazar a través de sus cámaras y vender, así, el espectáculo que seguirá el resto de semana. Judicialmente se tendría que poder responsabilizar a un canal de televisión porque ellos también ejercen la violencia psicológica a través de sus colaboradores y guionistas. Esta violencia la han sufrido muchas mujeres, no necesariamente famosas. La farmacéutica Maria Àngels Feliu, Carmina Ordóñez, Consuelo Alcalá, Juana Rivas y un largo etcétera. El problema es, precisamente, lo que anunciaba Telecinco: que la historia se repite y se continuará reproduciendo porque todo ello es un negocio que se sustenta gracias a esta violencia que ellos se encargan de alimentar.

Mònica Planas Callol es periodista y crítica de televisión.

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