2.000 millones contra la sequía, más inspecciones de trabajo o potenciar la IA: las medidas de Illa para la Catalunya del 2030
El plan económico del Gobierno para superar a Madrid prevé una inversión equivalente al 5,8% del PIB y la creación de 78.000 puestos de trabajo
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BarcelonaEl presidente de la Generalitat, Salvador Illa, quiere poner en marcha el que será el mayor plan de inversiones en áreas estratégicas del Govern desde el 2010. Son un total de 18.500 millones –el 5,8% del PIB– hasta el 2030 que se destinarán a 200 actuaciones en cinco líneas de actuación: las infraestructuras (6.500 millones), la "modernización productiva" (5.000 millones), el conocimiento y la innovación (1.924 millones), la igualdad de oportunidades (5.000 millones) y el buen gobierno (76 millones). El plan, que ha bautizado como Cataluña lidera,se aprobará el próximo martes en el consejo ejecutivo y pretende que Cataluña haga el sorpasso económico en Madrid. En paralelo, contempla un foro de expertos "para la productividad y el liderazgo económico" que acompañe a su despliegue, que, según los cálculos del Gobierno, supondrá la creación de 78.000 puestos de trabajo. Ahora bien, ¿qué medidas incluye?
Transición ecológica
Tras más de tres años de sequía, el Govern quiere aprovechar los próximos cinco años para poner al día las infraestructuras hídricas y garantizar que el 70% de la demanda de agua en Catalunya en el 2030 no dependa de si llueve o no. Para ello, plantea una inversión de más de 2.000 millones de euros en desaladoras, potabilizadoras, sistemas de regeneración y nuevos pozos. Para acelerar la transición ecológica, apuesta por implementar 12.000 MW de nueva potencia (5.000 MW eólicos y 7.000 MV fotovoltaicos) para llegar a 2030 con una generación eléctrica renovable del 50%, e instalar 50 plantas de biogás. El impulso del H2Med, el corredor de hidrógeno verde de Europa, se encuentra también entre las inversiones previstas en transición ecológica.
Infraestructuras
El futuro del aeropuerto de Barcelona está todavía en discusión en la comisión de expertos pactada entre PSC y ERC en el 2023 para dirimir cómo ampliarse sin afectar al espacio protegido de la Ricarda. Sin embargo, el Govern prevé inversiones (sin cuantificar) para que "gane capacidad" con nuevas conexiones intercontinentales, en paralelo al refuerzo del sistema de puertos catalanes. Por lo que respecta al transporte ferroviario, y más allá del traspaso de Cercanías, se propone acabar por fin el Corredor Mediterráneo e impulsar el que conecta Tarragona, Lleida y Zaragoza. Además, el Govern quiere crear una gran terminal ferroviaria y logística en Lleida. En cuanto a la fibra óptica, su objetivo es ampliar hasta el 100% la red de fibra óptica de titularidad pública.
Un nuevo modelo industrial
El Govern ha marcado siete sectores como prioritarios, lo que les permitirá tener un acceso preferente a las líneas de ayudas de la Generalitat. Son el agroalimentario, el del transporte, el digital, el de las renovables, el de las energías intensivas, el de salud y biomedicina y el del turismo. Con la vista puesta en acelerar la descarbonización, se prevén inversiones en el plan de impulso al vehículo eléctrico en Cataluña 2025-2030, tras el toque de atención de Seat por los bajos datos de ventas de estos coches en España. Otro objetivo es hacer crecer las empresas catalanas y llegar en 2030 a las 3.000 start-ups, con un presupuesto de 50 millones de euros e instrumentos de financiación público-privada. Está prevista la puesta en marcha de un Clúster de Servicios Financieros para apoyarlos. El Institut Català de Finances también actuará como palanca de financiación de proyectos vinculados a la sostenibilidad, la investigación y las energías verdes.
Más médicos y científicos
El Govern quiere más médicos y más graduados en Cataluña en las llamadas titulaciones STEM (acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Por eso trabajará para duplicar el número de graduados en estas áreas y, al mismo tiempo, fortalecer centros como el Barcelona Supercomputing Center, el Sincrotrón Alba o el Centro Nacional de Análisis y Genómico. Para que la Generalitat pueda impulsar proyectos innovadores, se creará un Fondo Capital Riesgo y Público en el que también puedan participar privados. Además, el Govern quiere conseguir que el 60% del tejido empresarial catalán haya puesto en marcha proyectos de transformación tecnológica, incluyendo las que incorporan blockchain y IA.
Cohesión social
Dentro de las medidas económicas para la Cataluña de 2030, el Gobierno también contabiliza políticas familiares para combatir los niveles de pobreza y desigualdad en Cataluña, superiores a la media europea. En concreto, quiere incrementar las plazas en la guardería para garantizar la universalidad de la oferta pública del primer ciclo, de la mano con el mundo local para asegurar la equidad territorial de la red. El plan de inversiones incluye también los 50.000 pisos protegidos prometidos por Salvador Illa en su discurso de investidura (comprometidos con ERC y los comunes) y que volvió a anunciar en el debate de política general, con una inversión anunciada de 1.400 millones anuales. Para reducir la desigualdad, se propone dar un nuevo impulso al Servicio de Ocupación de Cataluña, reforzar la integración laboral de los jóvenes emigrados e intensificar las inspecciones de trabajo.
Menos burocracia y más recursos
La reforma de la administración es otra de las prioridades que se ha marcado el Govern, que ya ha fletado una comisión de expertos para mejorar su funcionamiento. El objetivo es simplificar trámites, pero también potenciar la transparencia de la administración y mejorar los servicios públicos en Catalunya –que fue el eje de la campaña electoral de Illa en el 2024–. Para transformar el sector público, el ejecutivo quiere contar con datos y con la ayuda de la IA, actualizando su hoja estratégica de la Generalitat. La nueva financiación singular que Salvador Illa quiere negociar con el Estado está también llamada a hacer de "palanca" a las transformaciones económicas que pretende impulsar el presidente. De hecho, el propio Govern admite que los déficits de financiación e inversores suponen un freno para la economía catalana: perjudican "su potencial de crecimiento y la provisión óptima de los servicios públicos". El ejecutivo también se propone reducir progresivamente la deuda de la Generalitat y así poder buscar financiación en los mercados.