El juez no hace caso del PP y Ábalos sortea la cárcel

MadridJosé Luis Ábalos continuará en libertad ejerciendo como diputado en el Congreso pese a la investigación en curso en el Tribunal Supremo. Es lo que ha acordado el instructor del caso de presunta corrupción, Leopoldo Puente, tras la cuarta citación en el alto tribunal del exministro de Transportes, sobre el que sobrevolaba la amenaza de prisión provisional –el PP y otras siete acusaciones populares lo han pedido este miércoles en una vista breve–. En el auto de nueve páginas en el que Puente rechaza endurecer las medidas cautelares aplicadas a Ábalos, el magistrado afirma que pese a que el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil –el motivo de haberle vuelto a llamar– aporta indicios "muy consistentes" contra el ex ministro e incrementa el riesgo encarcelarle. De este modo, el juez se inclina por hacer caso a la Fiscalía Anticorrupción, que había defendido no realizar ningún cambio en las medidas que se han aplicado a Ábalos desde febrero y mantenerle la retirada de pasaporte y la obligación de comparecer cada quince días en sede judicial.

El exministro de Transportes ha estado más de cinco horas en el Supremo –la mayor parte esperando la decisión de Puente porque se ha negado a declarar– y nada más salir libre se ha dirigido al Congreso. Al respecto se pronunció el juez, que animó a hacer una "reflexión" sobre la conveniencia de que la ley permita a Ábalos mantener el escaño. "Este instructor no es ajeno al estupor natural que produce que una persona, ante la que gravitan tan consistentes indicios de la eventual comisión de muy graves delitos, [...] pueda mantenerse [...] ejerciendo a la vez las altas funciones que corresponden a un miembro del Congreso", dice Puente, quien remarca que él se limita a aplicar las normas que permiten. Si el juez le hubiera enviado a prisión, Ábalos habría quedado suspendido como diputado sin posibilidad de ejercer el voto ni de cobrar el sueldo. El juez alega que no podía acordar la prisión provisional "con el (indebido) propósito de satisfacer las exigencias derivadas de la actual redacción del reglamento del Congreso para que pueda producirse la suspensión".

¿Por qué ha tomado la decisión de dejarlo libre? Según el auto, el riesgo de fuga es "creciente" a medida que avanza la investigación, pero todavía no se da con una "intensidad suficiente". Anticorrupción había argumentado que justamente su condición de parlamentario y el arraigo en el Estado reducían la posibilidad de que trate de escaparse de España. "Para conjurar el riesgo presente", coincide Puente, es "suficiente" continuar con la situación actual, si bien abre la puerta a aplicar medidas cautelares "más onerosas" en el futuro. Este jueves está citado Koldo García, el ex asesor de Ábalos, en el Supremo. Previsiblemente, Puente y Anticorrupción seguirán la misma línea que con el exministro, lo que mantendría al ex número tres del PSOE Santos Cerdán como único investigado encarcelado.

No ha declarado

A diferencia de las anteriores ocasiones, Ábalos se ha negado a declarar. Fuentes jurídicas presentes en la comparecencia explicaron que el exministro de Transportes lo justificó con el argumento de que se sentía "indefenso" por el hecho de que no pudo prepararla ni acudir con un abogado de confianza. El exministro llegó solo al Supremo sin el abogado José Aníbal Álvarez, que llegó un cuarto de hora más tarde. Ábalos se ha visto forzado a mantenerlo por el momento como letrado pese a haber renunciado a sus servicios. Puente rechazó el martes el cambio de última hora –Ábalos comunicó al Supremo la renuncia a su abogado a menos de dos días de la declaración y pidió a un abogado de oficio a menos de 24 horas– porque lo consideró un "fraude de ley".

Según el magistrado, la decisión de quedarse sin abogado y pedir de urgencia uno de oficio respondía a un intento de forzar la suspensión de la declaración ante el riesgo de prisión. Al inicio de la comparecencia, Ábalos se enfrentó al juez y le replicó que lo que habría sido un "fraude" es que hubiera renunciado al acta de diputado, como le había aconsejado su abogado para que dejara de ser aforado y la causa pasara a la Audiencia Nacional. Esta discrepancia de criterio es uno de los motivos que esgrimió Ábalos para romper con Aníbal Álvarez. Si no hubiera optado por acogerse al derecho a no declarar, Ábalos se habría enfrentado a las preguntas sobre el último informe de la Guardia Civil, que le señala por haber gastado 95.000 euros de origen presuntamente opaco ya través de Koldo en gastos personales.

Ninguna alusión al PSOE

En el auto, Puente no hace ninguna alusión al PSOE y centra el relato en los gastos personales "muy significativos" de Ábalos que dan "claros indicios" de "beneficios económicos ilícitos" obtenidos presuntamente "a cambio de la indebida adjudicación de obras públicas". El juez obvia los sobres que aparecen en el informe con dinero en efectivo que recibió el exministro del partido con motivo de la liquidación de gastos. Puente no hace referencia a una hipotética financiación irregular de los socialistas y habla únicamente de la existencia de indicios "de integración en organización criminal", "tráfico de influencias" y "cohecho" así como de la posibilidad de "ponderar la posible existencia" de malversación de fondos públicos.

Sin embargo, el mismo día que Ábalos estaba convocado en el Supremo, el PP ha activado la maquinaria para apuntalar la hipótesis de que la financiación del PSOE es sospechosa tanto en la sesión de control en el Congreso como en el Senado, donde tiene mayoría absoluta, con la comparecencia en la comisión de investigación del caso Koldo (o Á) afirmó haber entregado 90.000 euros en la sede del PSOE por orden del comisionista Víctor de Aldama, también investigado. Los populares decían que tenían "muchas expectativas" sobre lo que podría decir Pano, pero la empresaria tampoco quiso declarar, si bien ratificó lo que dijo como testigo al Supremo sobre la entrega de dinero en efectivo a Ferraz.