El fin de la amnistía y el nuevo grito de guerra de Ayuso: "¡Catalunya nos roba!"

MadridEl ambiente que se vive en Madrid no es tan distinto al de las semanas previas a las elecciones del 23-J. El PP vuelve a verse a las puertas de la Moncloa. La victoria europea del jueves ha logrado infundir en el PP la convicción de que la ley de amnistía embarrancará. Pero al mismo tiempo el gran temor es que Sánchez intente alargar la legislatura igualmente.

El ínclito Federico Jiménez Losantos lo expresó a la perfección este viernes durante la entrevista que le hizo a Feijóo: “Es que todo esto es insostenible, va contra el Tratado de la Unión. Imaginemos que Conde-Pumpido le dice a Sánchez que no puede, que Europa no va a dejarlo pasar. Y entonces renuncian a la ley y van echando a fuerza de prorrogar presupuestos y reptando. ¿Cómo hacer oposición contra un gobierno que hace esto?”, le preguntó al político gallego. Tanto en Génova como en muchos despachos madrileños hay mucha pero que mucha prisa por volver a las urnas y poner fin a su pesadilla: Sánchez. Y ahora, tras el no de Junts a la amnistía, creen que la legislatura está en un callejón sin salida. No tardarán mucho en empezar a repartirse los ministerios en dinarotes que siempre van a cargo de otros.

Seguramente Feijóo es el menos eufórico de su entorno porque es gato escaldado y, como buen gallego, no se fía, ni de Sánchez ni de nadie. En la misma entrevista advirtió que Sánchez insistirá en la amnistía y que todo ello sería un “calvario”. Aquí le traicionó el subconsciente porque seguramente pensaba que el “calvario” es lo que le espera a él si no consigue arrasar en Galicia el próximo domingo y en las europeas de junio.

Giro de Ayuso

Mientras, Isabel Díaz Ayuso ha descubierto un nuevo grito de guerra: “¡Catalunya nos roba!”. La pirueta dialéctica de la presidenta madrileña es notable: por una parte, afirma que hay que rehuir el discurso victimista, pero por otra ella no hace otra cosa que quejarse de que Pedro Sánchez está asfixiando a la Comunidad de Madrid y beneficiando a Catalunya, que según ella, se está llevando las principales inversiones del Estado. Esto mismo repite cada vez que le ponen un micro delante e incluso en privado. De vez en cuando, lo quiere colar tanto con calzador que mea fuera de maceta, como cuando relacionó el cierre de la plaza de toros de Barcelona con la sequía.

En todo caso asistimos a una readaptación del guión de Ayuso previo al 23-J. Ahora el objetivo principal de sus dardos ya no es Pedro Sánchez, sino el independentismo catalán, al que acusa tanto de llevarse a Cataluña recursos que son de todos los españoles como de ser unos gestores nefastos, por ejemplo, con la sequía. Lo curioso es que los datos lo que indican es que es precisamente Madrid quien chupa recursos del resto del Estado, sobre todo de los territorios más cercanos, que se han empobrecido en los últimos años en beneficio del Gran Madrid DF, que prácticamente dobla en PIB per cápita su hinterland, las provincias de Toledo, Ávila, Segovia y Guadalajara.

La líder de Vox en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, ha acusado esta semana a Ayuso de gastar 27 millones en publicidad institucional a medios, "proporcionalmente cuatro veces más que el gobierno Sánchez". El gobierno español destinó 102 millones en el 2022 a publicidad institucional (el récord lo tiene Zapatero en el 2007 con 269) y la Generalitat 34,5 (en Catalunya existe un gran tejido de medios locales).

Algo falló el jueves en los sistemas informáticos en el Parlament y eso obligó a la presidenta de la cámara, Anna Erra, a suspender la sesión antes de las votaciones del pleno a mediodía. Los técnicos no pudieron resolverlo y las votaciones se acabaron haciendo todas por la noche. Acabado el pleno, los diputados despidieron con un aplauso al letrado Xavier Muro, que se jubila después de 32 años en la cámara.