Apuntes sobre el síndrome de la Moncloa y otros fenómenos políticos

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El presidente español, Pedro Sánchez, el pasado jueves al Palacio de la Moncloa.

MadridEn la semana en la que la grieta entre el PSOE y ERC se ha hecho todavía más grande en Madrid mientras en Catalunya se ha salvado por los pelos el consenso sobre el catalán en la escuela, hay varios fenómenos políticos que vale la pena comentar.

¿Está Pedro Sánchez empezando a sufrir el llamado síndrome de la Moncloa? Algunos ministros creen que sí y así lo expresan en privado. “Se queja de que está muy solo, pero tampoco se deja ayudar”, dice un miembro del ejecutivo. Es cierto que Sánchez ha imprimido un estilo muy presidencialista en su gobierno. Se reserva para él todos los grandes anuncios, de forma que los ministros siempre quedan en segundo plano y no acaban de tener relevancia política. También la oposición retroalimenta este hiperlideraje con la estrategia de satanizarlo. El martes, mientras estaba en Davos, envió un hilo de Twitter de una militante socialista al grupo de WhatsApp de los ministros en el que se explicaban los principales hitos de la obra de gobierno de los últimos meses. “Esto es lo que tenéis que hacer todos”, era el mensaje. Y el miércoles, en la sesión de control, todos los ministros, al margen de la pregunta que les hacían, se dedicaban a repetir algunos de estos hitos, como por ejemplo que ya hay 20 millones de cotizantes en España.

Tuit enviado por Sánchez a sus ministros.

Hablando con gente del PSOE se llega rápido a la conclusión de que nunca un primer secretario del PSC había tenido tanto predicamento como el que ahora tiene Salvador Illa. Se lo considera una especie de gurú del PSC y alguien con un perfil que no crea anticuerpos en el resto de España, como le pasaba a Miquel Iceta, visto como demasiado catalanista y un verso demasiado libre. Curiosamente, también se valora el trabajo que Illa está haciendo para desinflamar la situación en Catalunya, por ejemplo con el pacto de la lengua.

El gran objetivo del PSC en las elecciones municipales es la alcaldía de Barcelona, pero aquí se plantea una duda. ¿Qué resultado le conviene más a Jaume Collboni? Un responsable municipal socialista comenta que, a veces, es más fácil ser alcalde siendo segundo que primero. ¿Por qué? “Pues porque cuando quedas primero la tentación de un pacto de todos contra ti es mayor”. Imaginemos que en Barcelona Collboni queda primero, Maragall segundo y Colau tercera. Imaginemos que Maragall le ofrece la alcaldía, o al menos repartírsela, a Colau. ¿Qué pasaría? En cambio, si vuelve a ganar Maragall, Collboni es segundo y Colau tercera, el socialista tiene todos los números para repetir el pacto actual, pero con él de alcalde. Este también puede ser uno de los motivos por los que el PSC apuesta por Collboni y no busca a alguien que pueda ganar más claramente, pero, a la vez, provocar una alianza en contra.

Un dirigente de Junts vaticinó hace tiempo que Laura Borràs decepcionaría a sus seguidores porque acabaría siendo víctima de sus propias palabras. Y este momento llegó el pasado martes con el pacto sobre el catalán en la escuela, que provocó una ola de tuits críticos con la MHP.

1.
El rey emérito
El rei emèrit, Joan Carles I, aquest cap de setmana a Sanxenxo.

Juan Carlos I se pasó tres días con amigos en el Club Náutico de Sanxenxo antes de visitar a la familia el lunes en la Zarzuela en el camino de regreso en Abu Dabi. Pero Galicia y el mundo acuático no echaron de menos a los Borbones. Al día siguiente era Felipe VI quien inauguraba en Vigo una feria naval y, más tarde, la ciudad de la justicia. A diferencia de la primera, en esta segunda no parece que se tenga que ver algún día a su padre.

2.
Jordi Pujol
Jordi Pujol, durant una conferència a la UPF / Jordi Pizarro

Jordi Pujol fue presidente 23 años. Tiempo suficiente para compartir gobierno con decenas de personas. Y, a pesar de todo lo que ha pasado los últimos años, mantiene el contacto con muchas de ellas. Una treintena, sobre todo consejeros de sus ejecutivos, compartieron con él ahora hace unos días una comida. No es la primera vez que lo hacen. El septiembre del año pasado ya celebraron el 90.º aniversario del presidente.

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