Diada

El primer intento de reconstruir la unidad constata el abismo entre Aragonès y la ANC

La Assemblea propone en una reunión en el Palau reactivar la DUI "el segundo semestre del 2023"

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Jordi Gaseni (AMI), Laura Vilagrà, Pere Aragonès, Xavier Antich (Òmnium Cultural) y Dolors Feliu (ANC).

BarcelonaEl primer movimiento de peso para tratar de reconducir la división independentista de la Diada ha tenido lugar este martes en el Palau de la Generalitat y ha servido fundamentalmente para constatar el abismo que separa la estrategia del president Pere Aragonès de la de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). El jefe del Govern ha citado a esta entidad, y también a Òmnium Cultural y a la Associació de Municipis per la Independència (AMI), para rehacer puentes, pero la impresión es que recoser el consenso no será nada fácil. La Assemblea ha acudido a la cita con la propuesta bajo el brazo de "hacer efectiva la independencia" el segundo semestre del 2023, idea que ha quedado descartada automáticamente por Aragonès. "No se dan las condiciones para sacar adelante una propuesta así, y esto lo sabe todo el mundo", ha dicho a la salida la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà.

La tarde en la Plaça Sant Jaume ya ha empezado de manera singular. Media hora antes de la hora marcada para verse con el president, la ANC ha convocado a los medios para explicar a través de su líder, Dolors Feliu, la propuesta de levantar la DUI. ¿Por qué en el segundo semestre del 2023? El argumento es que se tiene que hacer entonces para aprovechar la "visibilidad internacional" que tendrá España porque, en aquel periodo, tendrá la presidencia rotatoria de la Unión Europea. La pregunta del millón, sin embargo, sigue sin respuesta. ¿Cómo hacerlo? Feliu se ha limitado a esbozar que tiene que ser una acción combinada entre "las instituciones y la gente movilizada", pero sin entrar en detalles. A pesar de este límite temporal fijado por la entidad, el Govern no tendrá un año de margen para rumiar, puesto que la ANC quiere que ERC, Junts y la CUP aprueben una resolución asumiendo esta tesis en el debate de política general de finales de mes. Según Feliu, les avala el "éxito" de la movilización de la Diada. Al salir de la reunión, decepcionada, ha cargado contra "el inmovilismo" del president. Òmnium y la AMI, por el contrario, han preferido no hablar este martes.

Desde el Govern se ha evitado entrar en un nuevo choque con la entidad de Feliu, puesto que hoy el objetivo era "escuchar" las diferentes propuestas de cada cual en un ambiente "en positivo". Ahora bien, al acabar la reunión de casi dos horas de duración, Vilagrà ha cortado de pura cepa cualquier posibilidad de dar alas a la idea de la Assemblea. "El objetivo es ganar la independencia, pero no trabajamos con deseos", ha replicado la consellera.

Fuentes de la Generalitat exponen que el encuentro de este martes ha sido una iniciativa del president que empezó a gestarse al día siguiente de la Diada. Aseguran que en ningún caso se trata de que Aragonès esté pensando en enmendar su estrategia actual en el eje nacional –basada en buscar el referéndum y la amnistía a través del diálogo con el Estado–, sino que quería escuchar todas las propuestas. Las mismas fuentes defienden que hoy por hoy "solo hay una" sobre la mesa, la del president, puesto que consideran que los partidarios de las tesis unilateralistas no han explicado cómo llevarlas a cabo.

También se quería dar una imagen de cierta unidad después de la ruptura del 11-S. "Se ha de acabar la imagen de los unos contra los otros", resume una voz autorizada de la Generalitat. A pesar de esta predisposición, el mismo Govern ha dejado claro que no puede avalar ninguna de las dos propuestas de la ANC: ni la de reactivar la independencia unilateralmente sin ningún plan, ni la de convocar elecciones.

Sobre el nuevo estado mayor

Teniendo en cuenta que el consenso se visualiza complicado, un primer paso podría ser rehacer un nuevo estado mayor del Procés. Es decir, un espacio de coordinación entre los diferentes actores para, desde allí, tejer y legitimar una nueva estrategia conjunta. Nadie descarta del todo la idea, pero los enfoques tampoco son coincidentes. ERC y Òmnium, por ejemplo, defienden abrirlo a "nuevos actores" más allá de los cinco protagonistas habituales que son, aparte de los republicanos y la entidad de Xavier Antich, Junts, la CUP y la ANC. Sea como fuere, Vilagrà tampoco ha dado demasiado oxígeno a esta propuesta defendiendo que lo que hace falta ahora, sobre todo, es "construir" confianzas entre todos los actores.

A pesar de esta voluntad de unidad, este martes ha vuelto a haber evidencias de que será difícil rehacer no solo por las estrategias divergentes, sino también por los gestos. La ANC ha anunciado que no solo se vería las caras con Aragonès, sino que después se reunirá con el vicepresident Jordi Puigneró, cara visible de Junts en el ejecutivo. Buscado o no, uno de los resultados del día volverá a ser un Govern dividido que, cuando se ve con la Assemblea, tiene que ser en dos reuniones.

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