Aragonés defiende su legitimidad para relevar a Trapero ante las acusaciones de la oposición

PSC, Vox, Cs y PP mantienen que los cambios en la cúpula de los Mossos fueron una "purga"

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El presidente, Pere Aragonès, este miércoles en su intervención ante el pleno.

BarcelonaA veces los tempos del Parlament no son los de la actualidad informativa. Cuando parecía que la polémica por los cambios de la cúpula de los Mossos d'Esquadra ya estaba enterrada, este miércoles la cuestión ha vuelto a tomar fuerza en la cámara con la comparecencia que ha hecho el president de la Generalitat. Pere Aragonès ha defendido la "legitimidad" de su Govern, y en especial de la conselleria de Interior, para hacer los cambios que considere oportunos en los mandos de la policía catalana y ha calificado de "injusto, inmoral y reprobable" que la oposición hable de "purga". Sus argumentos no han convencido a ninguno de estos partidos, que, como ya hicieron en su día, han mantenido que los cambios se deben a la "depuración" del cuerpo.

El debate, en definitiva, se ha convertido en una escenificación de los argumentos que habían mantenido unos y otros hasta ahora. Nadie ha cambiado de posición. Aragonés ha reivindicado que su conseller del ramo, Joan Ignasi Elena, tiene que tener "la capacidad de escoger a las personas" de las que rodearse, puesto que después también será él el que asumirá "los aciertos y los errores" de esta gestión. "Quien asume la responsabilidad tiene la capacidad de introducir cambios cuando corresponde", ha resuelto. Para evitar suspicacias, el president en más de una ocasión ha repetido su agradecimiento por la tarea hecha por la anterior cúpula, liderada por el mayor Josep Lluís Trapero, y ha mostrado su apoyo a la nueva, liderada por el comisario Josep Maria Estela.

A pesar de que el relevo de Trapero fue el que más ruido hizo, su nombre no ha sido el más repetido durante el pleno. El policía que ha estado más en boca de los diputados ha sido el intendente Toni Rodríguez, relevado como máximo responsable de la Comisaría General de Investigación Criminal (CGIC) –encargada de los casos de corrupción política– y enviado a hacer de jefe de la Comisaría de Rubí. Aragonés ha dicho que Rodríguez hizo el trabajo de manera irreprochable, pero que su cambio respondió a la necesidad de tener "nuevos liderazgos" y estuvo enmarcado dentro de una "reestructuración organizativa" que afectó a 31 mandos. "Máximo compromiso contra la corrupción", ha dicho.

En cambio, para la oposición el relevo de Rodríguez es la prueba de cargo de la purga. El líder del PSC, Salvador Illa, ha dicho que si el trabajo de Rodríguez era "ejemplar" no había ningún motivo para relevarlo. "¿Cómo quiere que no hablemos de purga?", ha preguntado. El líder de Vox, Ignacio Garriga, ha abonado en la misma línea asegurando que Rodríguez fue relevado por "desactivar las indagaciones" que llevaba sobre corrupción política. Cs y PP han disparado en la misma dirección. "Gracias por sus explicaciones, pero sus argumentos son inconsistentes", ha resumido Carlos Carrizosa. A pesar de que no ha hablado de purga, para David Cid (comunes) los cambios tampoco están justificados: "Cada vez que llega un nuevo conseller de Interior quiere un jefe de Mossos que le sea más cercano".

La mayoría independentista, unida

Esta vez, la teórica mayoría independentista de la cámara ha actuado unida. El líder de Junts, Albert Batet, lo ha querido dejar claro desde el minuto uno de su intervención. "El conseller de Interior tiene toda la potestad de hacer los cambios que considere oportunos. Todo el respeto democrático", ha dicho. Aun así, ha lamentado que, cuando Juntos lideraba Interior –ahora lo hace ERC–, alguna vez se sintieron demasiado "solos". Desde la CUP, el diputado Xavier Pellicer ha hecho algunas críticas al Govern, pero en ningún caso ha hablado de purga. Los anticapitalistas han justificado que "no todo va bien en el cuerpo de los Mossos" y que hacían falta cambios, empezando por los mandos. Ahora bien, también ha avisado que no tienen suficiente: "Estamos aquí para transformar a fondo".

Sea como sea, lo más probable es que, ahora sí, la cuestión quede enterrada después de este debate. El Parlament también ha decidido este miércoles rechazar la creación de una comisión de investigación sobre el tema. Había una propuesta de Vox, Cs y el PP y otra del PSC, pero no ha prosperado ninguna.  

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