La nueva legislatura

Armengol fija el debate de investidura de Feijóo para el 26 y el 27 de septiembre

Una hipotética repetición electoral sería el 14 de enero

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La presidenta del Congreso, Francina Armengol

MadridDespués de que el rey designara este martes Alberto Núñez Feijóo como candidato a la presidencia del gobierno español, la presidenta del Congreso ha anunciado que el debate de investidura será los días 26 y 27 de septiembre. Por tanto, la primera votación en la que Feijóo necesitaría mayoría absoluta para ser investido sería el miércoles 27 y, la segunda, el viernes 29. Estas fechas hacen que, en caso de que hubiera una repetición electoral, ésta fuera el 14 de enero. Si el debate se convocaba antes, existía riesgo de que un nuevo llamamiento a las urnas cayera durante las vacaciones de Navidad. La única fecha posible para evitarlo era que el debate fuera la próxima semana para que las hipotéticas nuevas elecciones fueran el 17 de diciembre.

En su breve declaración en el Congreso, Armengol ha explicado que la investidura se celebrará 35 días después de la elección de Felipe VI. Si la Casa del Rey ya alegaba razones de "costumbre" para designar al candidato de la fuerza más votada, la presidenta de la cámara baja ha explicado que en ocasiones anteriores también se ha dejado aproximadamente un período de un mes entre la designación y el debate de investidura. Armengol ha terminado de cerrar la fecha esta mañana después de una nueva conversación con el aspirante, Núñez Feijóo, con quien ya había contactado este martes por la tarde para sondear cuando veía más oportuno situar el debate. "Se da un tiempo más que prudencial para que el candidato haga las negociaciones oportunas", aseveró Armengol.

El líder del PP había pedido tiempo este martes para poder negociar los apoyos que le faltan con los grupos parlamentarios. Al constituirse este viernes, Feijóo anunció que a partir del lunes se pondría en contacto con los grupos del Congreso. Así, Feijóo trataba de desactivar la posibilidad de que el debate de investidura se convocara ya para la próxima semana. Sin embargo, el pretexto chocaba con que otros apoyos ya los había ligado sin necesidad de que se constituyeran formalmente los grupos parlamentarios, sino directamente con los partidos, como es el caso de Vox, Unión del Pueblo Navarro y Coalición Canaria.

Un mes de presiones

El intento de investidura de Feijóo está rodeado de una paradoja: no sólo el candidato no tiene garantizados sus apoyos, sino que existe una mayoría absoluta asegurada en contra. Sin embargo, Felipe VI lo eligió tras la ronda de consultas porque Pedro Sánchez no puede acreditar ahora mismo que la mayoría plurinacional de 178 votos que obtuvo para la mesa del Congreso pueda reproducirla de cara a una investidura. En este escenario, se abre ahora un mes en el que Feijóo intentará presionar al máximo al PSOE para que permita un gobierno del líder del PP, así como otras formaciones como el PNV. Feijóo hará una ronda de conversaciones con todos, incluidos los independentistas, excepto EH Bildu, según afirmaron esta mañana varios dirigentes del PP.

Ligada a la primera, la segunda paradoja es que, pese a que Feijóo es formalmente el candidato, en realidad será Sánchez quien mantendrá unas negociaciones más intensas para formar gobierno. Una vez que el líder del PP fracase, Felipe VI tendrá que convocar una nueva ronda de consultas durante el mes de octubre en la que Sánchez le reiterará que quiere intentar la investidura y habrá un posible segundo debate con el líder socialista de candidato. Mientras, PSOE y Sumar habrán estado inmersos en conversaciones y negociaciones para tratar de acercar el apoyo de las formaciones independentistas, con la especial delicadeza que supone el reto de Junts, de quien habrá al menos una abstención.

Si Sánchez ligara el apoyo de Coalición Canaria, que no ha cerrado la puerta a hacerlo si el presidente en funciones se compromete con 55 peticiones que conforman la agenda canaria y paga al archipiélago lo que debe de los presupuestos de 2023, bastaría con la abstención de los siete diputados del partido de Carles Puigdemont. Si CC no entrara en la ecuación, sería necesario el voto favorable de Junts.

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