Aznar matiza sus críticas a Casado y dice ahora que lo quiere ver en la Moncloa

El ex presidente español dudó en un mitin en Castilla y León de los nuevos liderazgos y de los objetivos del PP

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Casado y Aznar en una imagen de archivo

BarcelonaEl ex presidente español José María Aznar ha tenido que correr este lunes por la mañana a intentar enmendar de alguna manera la bomba que lanzó el sábado dentro del PP. En plena campaña electoral en Castilla y León, el conservador, habitual en las salidas de tono contra su propio partido, puso en entredicho a Pablo Casado al atribuir el auge de los populismos al hecho de que los ciudadanos "no tienen un referente fuerte en quien confiar". Incluso dio a entender que no comprende el rumbo político del PP al preguntar: "Muchas veces oigo que se tiene que ganar para que llegue no sé quién a la Moncloa. Oiga, la pregunta es, ¿y para hacer qué?" "Tengo un cierto rubor al decirlo por si se considera necesario: yo apoyo a Pablo Casado y deseo que tenga éxito y sea presidente del gobierno de España porque creo que es el mejor para España", ha matizado esta mañana entre risas en declaraciones a la Cope, donde no ha reprimido una carcajada y ha dicho que su intervención de la discordia fue "buena".

Aznar ha rechazado la interpretación en clave interna que se ha hecho de su intervención en el mitin, pero las críticas velades al liderazgo de Casado provocaron incluso una respuesta del propio líder del PP, que el domingo, sin mencionar directamente al ex presidente, advirtió de que "la arrogancia y la estridencia no dan soluciones". A nadie se le ha escapado que su mitin se convirtió en una enmienda a la gestión de quien fue su asesor y delfín político en el pasado, pero de quien se ha ido distanciando políticamente en los últimos años para exaltar el perfil de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Este lunes, sin embargo, ha pedido unidad y que "se cierre cuanto antes mejor" el conflicto interno por el control del PP madrileño. Justamente, la dirigente conservadora también ha salido al paso de la polémica en declaraciones a Antena 3 en las que ha negado que Aznar diera "ningún encargo" a Casado: "Si quiere decir algo sin tapujos, lo hace".

De padrino a figura incómoda

La incomodidad que la figura de Aznar genera actualmente a Pablo Casado contrasta con los años en los que el ex presidente lo erigió en su preferido ante un Mariano Rajoy desgastado por la crisis y el Procés. El presidente del PP fue el director de gabinete de Aznar, que en 2018 lo llegó a definir como "la esperanza" de España. Las muestras de absoluta sintonía que exhibían entonces contrastan ahora con una convivencia ortopédica en los actos y las críticas veladas que le ha ido lanzando en los últimos años en sus apariciones públicas.

Ya en 2020, en el contexto de la moción de censura presentada por la extrema derecha al presidente Pedro Sánchez, Aznar recordó que él había "dejado unido todo lo que estaba a la derecha de la izquierda": "Hoy, este espacio se encuentra fragmentado y en confrontación", y recordó que "ganarse el sueldo es responsabilidad de cada uno". De hecho, este lunes en la Cope se ha reafirmado en el hecho de que la principal misión de Casado tiene que ser "unificar el centroderecha, no fraccionarlo ni sembrar discordias". Y hace un año ya espetó en El Mundo, recordando su paso por el gobierno español –entre 1996 y 2004–, que en el pasado el PP tenía "una idea y un proyecto político claros". Y en diciembre pasado hizo evidente su preferencia por Ayuso cuando dijo, en una entrevista a XL Semanal, que el "principal activo" del PP es la Comunidad de Madrid, y que la presidenta madrileña "es la política más popular de toda España, punto".

Pero a pesar de que Aznar es prolífico en los reproches –que más de una vez han motivado una respuesta de Génova–, siempre evita nombrar directamente a Casado. Sus críticas al actual líder de los populares, sin embargo, son casi más directas que las que dedicó durante el mitin a Vox, su competidor en las elecciones, de quien dijo que buscan "soluciones baratas" y "populismos mentirosos". Sea como sea, el posicionamiento del ex presidente español no es anecdótico ni gratuito, sino que muestra la opinión de una parte del PP con reservas sobre la gestión de su líder y sus dificultades para combatir a Vox como adversario. A pesar de que, como recoge Efe, fuentes de la dirección estatal lo definían este domingo como un "líder incontestable", los reproches y adversarios de Casado van ganando fuerza.

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