Borràs empuja a Junts a votar en contra del referéndum unilateral de la CUP

El grupo había valorado otros escenarios, como abstenerse o no pronunciarse en la votación

4 min
La presidenta del Parlamento , Laura Borràs, durante el debate de política general

BarcelonaPor primera vez en esta legislatura, la mesa del Parlament ha admitido resoluciones problemáticas relacionadas con la autodeterminación que la pueden situar en el punto de mira. Los miembros independentistas de JxCat, Esquerra y la CUP, encabezados por la presidenta de la cámara, Laura Borràs, avalaron la tramitación de una resolución de los cuperos que pide un nuevo referéndum en esta legislatura y que puede contravenir –según la oposición unionista– los mandatos del Tribunal Constitucional sobre el Procés. Después de que Vox ya haya amenazado con querellas, el entorno de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha expresado su malestar por la iniciativa de la CUP, hasta el punto de que Borràs, junto con la secretaria de la mesa, Aurora Madaula, han trasladado que votarían no a la resolución de la CUP.

Según fuentes parlamentarias consultadas por el ARA, en las reuniones de grupo de Junts se habían valorado diferentes escenarios a la hora de pronunciarse sobre la resolución de la izquierda anticapitalista que pedía poner fecha a un nuevo referéndum unilateral. Uno de estos escenarios, que era el que prevalecía ayer miércoles, era abstenerse como ha hecho Esquerra (para mantener la posición unitaria del Govern) o no participar en la votación, una opción que se ha valorado a lo largo de este jueves. Aun así, Borràs y Madaula han trasladado que se opondrían a la iniciativa de la CUP y han hecho decantar la balanza del resto de los diputados hacia el no para preservar la unidad del grupo durante la votación.

El malestar del entorno de la presidenta del Parlamento ya ha trascendido públicamente por la mañana. El diputado Francesc Dalmases ha tildado en Twitter de "gesto estúpido e inútil" la resolución de la izquierda anticapitalista para poner fecha a un nuevo referéndum: "Tenemos la suerte de contar con una presidenta, Laura Borràs, y una secretaria en la mesa del Parlament, Aurora Madaula, dispuestas a llegar hasta donde haga falta por la independencia. Por puro infantilismo y partidismo político hoy se juegan la inhabilitación". Una acción que, por otro lado, han hecho las dos últimas mesas del Parlament, que han acabado inhabilitadas –Carme Forcadell en la prisión– o pendientes de los tribunales: la anterior mesa, encabezada por Roger Torrent, declaró recientemente en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por haber tramitado resoluciones favorables a la autodeterminación y contra la monarquía, junto con Eusebi Campdepadrós (JxCat) y Adriana Delgado (ERC). El ex vicepresidente del Parlament Josep Costa, que siempre se había mostrado muy crítico con Torrent por las dudas alrededor de tramitar resoluciones simbólicas que podían contravenir al TC, decidió no presentarse a declarar porque no reconoce, dijo, la justicia española.

Según fuentes parlamentarias, los miembros de la mesa han expresado su malestar con los cuperos por haber presentado una iniciativa que les puede comportar el riesgo de inhabilitación, y teniendo en cuenta, además, que no ha salido adelante en el pleno porque Esquerra y Junts no la han apoyado. Fuentes del grupo parlamentario de Junts diferencian la situación actual de la de la legislatura pasada: "Al menos el riesgo se asumía sabiendo que las resoluciones se aprobarían". Critican, en este punto, que la CUP haya presentado la propuesta sin consenso del independentismo a pesar de estar condenada al fracaso.

Ahora bien, la resolución de la izquierda anticapitalista no es la única que puede generar problemas: también hay un texto conjunto de ERC y JxCat que habla de "culminar el proceso de independencia" sin más concreciones que genera igualmente dudas legales –el PSC votó en contra de su admisión a trámite– y que también sitúa la mesa en el punto de mira. Esta, sin embargo, sí está previsto que salga adelante con los votos de la mayoría independentista.

El malestar del entorno de Borràs contrasta con lo que pasó al inicio de la legislatura: desde JxCat se decidió apartar a Jaume Alonso Cuevillas por plantear en una entrevista a Vilaweb que no era partidario de tramitar resoluciones simbólicas que comporten inhabilitaciones. "La inmolaciób se tiene que hacer si tiene eficacia", dijo el diputado Cuevillas en ese momento. Borràs defendió que la salida de Cuevillas fue consensuada con el propio diputado, sobre todo después de que se abstuviera en la decisión de permitir votar a distancia al diputado de Junts exiliado Lluís Puig.

Sin acuerdo para el referéndum de la CUP

Por otro lado, este jueves por la mañana en el Parlament se han producido conversaciones entre Esquerra, Junts y la CUP para intentar acercar posiciones en la cuestión del referéndum, unas conversaciones que no han resultado exitosas. Así pues, el debate de política general ha acabado sin que ERC, JxCat y la CUP consigan pactar una propuesta de resolución conjunta sobre el rumbo que tiene que tomar el Procés.

Ni ERC ni JxCat se han querido sumar a la propuesta de la CUP que habla de un referéndum unilateral, ni la CUP ha querido sumarse a las de JxCat y ERC que defienden el 1-O y aseguran que sólo puede ser sustituido por un referéndum acordado. La de la CUP con toda probabilidad no ha prosperado por la abstención de ERC y el voto en contra de Junts, y la conjunta del Govern ha salido adelante porque la CUP se ha abstenido, de forma que el Parlament ha optado por la vía de la consulta pactada con el Estado. Si para algo ha servido el debate de política general es para ensanchar la distancia entre el Govern y los cuperos.

stats