La legislatura catalana

Salvador Illa, en Madrid: "No le tengan miedo a Catalunya"

El presidente catalán contrapone su modelo con el de Ayuso ante ministros y empresarios españoles

Salvador Isla en Madrid
20/03/2025
4 min
Regala este articulo

MadridHacía años que un presidente de la Generalitat no recibía un baño de masas ni conseguía la atención de tanto poder político y económico en Madrid como Salvador Illa este jueves en el Círculo de Bellas Artes. El cambio de etapa lo demuestra el hecho de que antes un jefe del ejecutivo catalán podía desplazarse al Tribunal Supremo a apoyar a los represaliados por el Proceso y ahora incluso una magistrada del Tribunal Constitucional –la catalana Laura Díez– ha acudido a la conferencia de Isla para desplegar el plan económico con el que quiere llevar a Catalunya a ser líder en el Estado. "La prosperidad de Catalunya no se entiende sin España", aseguró ante una nutrida representación de ministros y empresarios, que ahora respiran tranquilos con el nuevo rumbo de la Generalitat. "Es el momento de apostar por Catalunya. Invertir en Catalunya es invertir en una España mejor", ha destacado el presidente.

Ya lo había hecho en alguna ocasión, pero no con esa solemnidad y audiencia: Isla ha ido a Madrid a asustar a los fantasmas del pasado, dejar claro que ocupará todos los espacios posibles en el Estado ya contraponer su modelo al de Isabel Díaz Ayuso. "No le tengan miedo a Catalunya. Catalunya no tiene miedo a Madrid", ha afirmado Illa, quien ha calificado de "acumulación insolidaria" el planteamiento de la presidenta madrileña. "El contraste es claro: avanzar con todo el mundo o dejando colectivos al margen; ganar todos o sólo algunos; modelo económico de derechos y deberes o modelo económico de privilegios; servicios públicos como inversión o gastos a reportar; salud como derecho o como un servicio de mercado; vivienda como derecho o como negocio; universidad pública como ascensor social o privada para quien se lo puede pagar; generosidad o insolidario; solidaria", ha añadido, sin renunciar a una actitud "constructiva" para "superar las desconfianzas".

La magistrada del Tribunal Constitucional Laura Díez y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa.

La sala de columnas del Círculo de Bellas Artes se ha llenado de ministros –entre otros, las vicepresidentas María Jesús Montero y Sara Aagesen y los ministros Félix Bolaños, Ángel Víctor Torres y Jordi Hereu–; directivos empresariales como Carlos Torres (BBVA), Antoni Brufau (Repsol) y Antonio Llardén (Enagás); el delegado de Pimec en Madrid, Ferran Bel; el ex líder de CiU en Madrid Josep Antoni Duran Lleida, y el líder de CCOO, Unai Sordo. También ha contado con una amplia delegación del PSC –estaba el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni– y del PSOE –la líder en la ciudad de Madrid, Reyes Maroto, por ejemplo– y, en cuanto a las formaciones independentistas, asistieron los senadores Eduard Pujol (Junts) y Sara Bailac (ERC). Del PP, nadie.

Ante todos ellos, el presidente catalán ha evitado problemas como el de Cercanías y ha celebrado que Cataluña haya superado los 300.000 millones de euros en PIB, tal y como ha dado a conocer este jueves el Idescat, y ha augurado que en los próximos meses habrá más empresas que volverán a Catalunya. "Generemos estabilidad política y ofrecemos seguridad jurídica", ha remarcado. Que algunas compañías catalanas hayan trasladado de nuevo la sede es uno de los "logros más felices" de su mandato, ha asegurado, y ha enumerado el camino inverso que ya han hecho Ciments Molins, el Banc Sabadell -había escogido Alicante-, la Fundación La Caixa -que había elegido Baleares- y CriteriaCaixa. Madrid fue precisamente uno de los destinos de una veintena de grandes empresas, entre ellas Agbar, Abertis, Planeta, Cellnex y Naturgy.

Ningún encuentro con Ayuso

Ayuso había sido invitada y lo rechazó, y el presidente de la Generalitat no se verá con su homóloga madrileña. Su agenda pública se limita a la conferencia de esta mañana y un almuerzo con empresarios en la embajada americana. De hecho, desde la sesión de control en la Asamblea de Madrid de este jueves, Ayuso ha denunciado que Isla pretenda "reírse de los autónomos" e intentar que a las empresas madrileñas "les vaya mal". El Gobierno evita cerrar por completo la puerta a un encuentro en algún momento, aunque cree que Ayuso sólo busca la "confrontación", sobre todo con los últimos embates por la condonación parcial del FLA o el reparto de menores migrantes. Lo que la Generalitat descarta es el cara a cara televisado que la líder del PP madrileño había pedido a Isla para debatir "con luces y taquígrafos" sobre la financiación singular porque lo ve una propuesta poco seria.

Más allá de las diferencias en política fiscal y económica, la enemistad entre Isla y Ayuso se remonta a los tiempos de la pandemia, cuando él era ministro de Sanidad. La guerra abierta de Ayuso contra el gobierno español por los confinamientos y el estado de alarma todavía resuena hoy en día, con ella negando las cifras oficiales de víctimas en residencias (7.219) de Madrid. La presidenta madrileña ha vuelto a buscar bronca con Isla a cuenta de la decisión de no enviar a los abuelos a los hospitales en los peores momentos de la covid. Ahora culpa al ministerio que entonces lideraba el socialista.

stats