Elecciones municipales

¿Se puede combatir a la ultraderecha hablando de seguridad?

La izquierda ha nadado a contracorriente en esta materia, pero las cosas están cambiando

Roger Palós
2 min
Un coche patrulla de los Mossos en una imagen de archivo.

BarcelonaEn las elecciones municipales del año que viene uno de los temas centrales de campaña será la seguridad en los barrios. En Barcelona esta ya es la principal preocupación de los ciudadanos. Es un terreno adobado habitualmente para que la derecha exhiba mano dura y en que las izquierdas han navegado a contracorriente. Pero las cosas empiezan a cambiar y, en busca de la centralidad que los acerque a las élites, pero también a los taxistas, en el PSC quieren presentarse como una formación con soluciones contra la inseguridad, tema central para ellos, como anunciaron en su consejo nacional. Duros con las ocupaciones ilegales y la "inseguridad asociada", apuestan por la contundencia contra el crimen, sin buenismo, discurso que –dicen– también serviría para combatir a Vox.

¿Pero se puede combatir la ultraderecha en el terreno donde se siente más cómoda? Vox “se está aferrando a la seguridad como tema estrella, vinculando delincuencia y ocupación ilegal directamente con la inmigración”, asegura el periodista experto en ultraderecha Xavier Rius Sant. De hecho, el señalamiento a los inmigrantes tiene consecuencias. Fuentes de la organización SOS Racismo sostienen que “no solo Vox” vincula inmigración con crímenes y ponen el grito de alerta por la multiplicación de “patrullas vecinales” que se manifiestan contra migrantes a quienes culpan de la inseguridad, “a menudo con agresiones”. Afirman que estas intimidaciones racistas muchas veces “quedan impunes”. 

¿Qué riesgos tiene abordar cuestiones de seguridad? Lo importante es tratarlo “sin estigmatizar a nadie”, señala Rius, porque, “si no se habla, no se trata de un problema real y la extrema derecha puede crecer”. Pero cuidado con las formas: “Depende de cómo se aborde, se puede abrir las puertas a la ultraderecha ”, sostiene el catedrático de ciencia política de la UB Joan Anton Mellón. Pone el ejemplo de Francia, en el que radicalizando el discurso se copió el argumentario ultra y la derecha tradicional, Los Republicanos, ha quedado casi desaparecida. “Esto ha traído radicalización y polarización”, dice.

Aproximaciones diversas

La izquierda ha sido reticente a hablar de seguridad porque es “antiautoritaria”, según explica Mellón, pero esto no tendría que impedir “un discurso en seguridad para dar soluciones democráticas en la defensa de los derechos colectivos”. Fuentes de ERC, que aseguran que “el orden es de izquierdas, puesto que garantiza los derechos de todo el mundo”, defienden una seguridad “más comunitaria”, con una policía “cercana al vecindario”, y continuar aumentando comisarías y efectivos de Mossos. A la vez, creen que hay que abordar las causas detrás de la inseguridad, garantizando el derecho a la vivienda, reduciendo las desigualdades y desarrollando políticas sociales.

El diputado de la CUP Xavier Pellicer argumenta que tratan la seguridad “de manera integral, no desde el paradigma de seguridad clásico”, sino “buscando las causas”. Plantean “vivienda digna y estable, condiciones de vida y trabajo dignos, renta básica universal y planes integrales en zonas problemáticas”, para resolver la raíz del problema. “Más policía no lo soluciona”, dice. Igualmente, el diputado de los comunes Marc Parés cree que “hace falta un abordaje integral y no solo policial, con otros muchos profesionales y maneras de hacer”. Defiende una ley de barrios, una “policía integral comunitaria” y políticas de igualdad. Ahora bien, ERC, la CUP y los comunes coinciden en criticar la estrategia socialista, que la ven “peligrosa” por el “tono derechista”.

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