Las comisiones bilaterales se abren paso entre incógnitas

El Govern confía en poder reunir a la Comisión Generalitat-Estado por segunda vez este enero

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Imagen de la reunión de la Comisión  Bilateral Generalitat-Sido  celebrada el pasado lunes en Madrid.

BarcelonaAl margen de la negociación política de la mesa de diálogo, la Generalitat y el Estado pactaron el 2 de agosto pasado reactivar las comisiones bilaterales que se prevén en el Estatut para hablar de todo aquello que no tuviera que ver con el conflicto político –Cercanías, transferencias, deudas pendientes, etc–. Se dieron seis meses para obtener los primeros resultados y, a pesar de que todavía no ha expirado el plazo, ya se puede hacer un primer balance de los primeros contactos. Los más optimistas verán el vaso medio lleno, y los que lo son menos, medio vacío, pero lo que es innegable es que los dos gobiernos se han ido reuniendo para afrontar los temas pendientes. Esto no pasaba con regularidad desde hace una década.

El entramado de la bilateralidad que diseña el Estatut no es sencillo. A grandes rasgos, hay una comisión clave, la Bilateral Generalitat-Estado, y después las hay especializadas en diferentes materias. Los dos gobiernos pactaron reunir a tres de estas: la Bilateral de Infraestructuras, la de Transferencias y la Mixta de Asuntos Económicos. La que ha avanzado más es la primera, la de Infraestructuras, que se citó el 26 de noviembre en Madrid y que el Govern asegura que sirvió para desbloquear el pago de 3.500 millones pendientes en infraestructuras –que cuelgan de los impagos sistemáticos de la disposición adicional tercera del Estatut– y de unos 280 millones de euros para afrontar mejoras en el servicio de Cercanías. De todo este dinero, por ahora solo se han incluido 200 en los presupuestos generales del Estado. Por lo tanto, el abono de la deuda no será ni mucho menos inmediato, pero los dos ejecutivos valoran haber reunido una comisión que desde su creación en 2007 solo se había reunido otra vez. Todo el mundo salió moderadamente satisfecho del encuentro.

La segunda comisión que ha avanzado es la de Transferencias, otra de las que llevaba más de una década en el congelador. El pasado 11 de noviembre se celebró la reunión del grupo de trabajo previo –un tipo de antesala del encuentro de la comisión como tal–, y la Generalitat puso sobre la mesa algunos de los traspasos que asegura que le debe el Estado y que ve más "maduros" para concretarse. Se trata de la gestión de las becas –el consejo de ministros ya hizo este diciembre una primera transferencia de 19 millones–, de salvamento marítimo y de la formación sanitaria. No ha habido todavía fumata blanca, pero la Generalitat confía en que cuando la comisión se reúna formalmente sea ya para rubricar los primeros acuerdos. Serían los primeros traspasos desde hace años.

Finalmente, la última comisión es la Mixta de Asuntos Económicos, que precisamente se tenía que reunir este mismo lunes para abordar cuestiones de financiación pendientes. De mutuo acuerdo, los dos gobiernos decidieron posponerla unos días alegando un mes de diciembre endemoniado por la aprobación de los respectivos presupuestos. "Ha faltado tiempo para trabajar acuerdos y se ha decidido emplazarnos a enero", explican desde el departamento de Economía, responsable de la parte catalana de esta comisión.

Un balance agridulce

Así pues, si se tuviera que hacer una estadística, se podría decir que hoy por hoy se han reunido una comisión y media de tres que se habían fijado como objetivo, pero ninguna de ellas ha quedado olvidada. Ya es un avance, si se tiene en cuenta que la bilateralidad entre el Estado y la Generalitat estuvo arrinconada desde que el gobierno de Mariano Rajoy llegó al poder (noviembre de 2011) y hasta que el gobierno de Pedro Sánchez decidió volver a activar estos foros bilaterales (agosto de 2018) como gesto para intentar una distensión entre administraciones después de la aplicación del 155. Desde la Generalitat hacen un balance agridulce: "Hemos reiniciado trabajos después de varios años parados, y esto ya es bueno, pero queremos imprimir mucho más ritmo", señalan fuentes del Govern.

Este ritmo tendría que empezar a notarse a partir del mes que viene. El Govern confía en poder reunir entonces, como mínimo, la comisión bilateral genérica, la Generalitat-Estado, que es la que se activa cuando hay que lucir acuerdos. Ha pasado mucho tiempo desde uno de los últimos pactos que más ruido han generado: el traspaso parcial de la gestión de Cercanías que se subscribió un ya lejano 29 de diciembre de 2009. Del nuevo ciclo de la bilateralidad no hay todavía resultados tangibles, pero, entre incógnitas, las comisiones se han ido abriendo paso.

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