Ni 'consellers' ni ministros en la reunión bilateral que abordará la crisis de las inversiones

Generalitat y Estado se verán las caras este viernes en Barcelona para hablar de infraestructuras

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Aragonès y Sánchez este miércoles en Barcelona.

BarcelonaLa Generalitat y el Estado se verán cara a cara este viernes para abordar la crisis de las inversiones, que estalló ahora hace dos semanas cuando un informe del propio Gobierno español admitía una flagrante falta de ejecución presupuestaria del Estado en Catalunya. A pesar de que las dos administraciones aseguran tomarse seriamente el problema, ni el uno ni el otro enviarán sus máximos representantes a la reunión de la Comisión Bilateral de Infraestructuras. De hecho, no se convoca ni la comisión propiamente dicha, sino una subcomisión. Según ha podido saber el ARA, por la Generalitat estarán los secretarios generales Ricard Font (Territorio), Núria Cuenca (Presidencia) y Jordi Cabrafiga (Economía), mientras que en representación del Gobierno español estará el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, y el director general de Cooperación Autonómica, Fernando Galindo.

Con esta decisión la Generalitat quiere mandar un mensaje y es que la reunión no puede tener un perfil político, sino "técnico". Y no puede tenerlo, argumenta, por dos motivos: porque el Govern sostiene que las relaciones con el Estado siguen "congeladas" por el Catalangate y porque no quiere regalar una nueva foto de diálogo con el Gobierno español si todavía no tienen claro que se resolverá el déficit inversor. Por parte de la Moncloa se había previsto la posibilidad de que fuera la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, volcada últimamente, con varios actos, en Catalunya, pero finalmente se ha desestimado esta posibilidad.

De la reunión no se esperan grandes acuerdos, teniendo en cuenta el orden del día que se ha fijado, al cual ha tenido acceso el ARA. Los dos gobiernos, sin embargo, irán al grano. De lo primero que se hablará es del núcleo del conflicto: los "motivos de la diferencia entre lo que se había presupuestado y lo que se ha ejecutado" por parte del Estado en Catalunya. Es decir, por qué un informe reciente del ministerio de Hacienda dice que en 2021 solo se ejecutó en Catalunya el 35% de las inversiones previstas en los presupuestos estatales –unas cuentas aprobadas en el Congreso con los votos de ERC–. El informe también decía que aquel mismo año la ejecución presupuestaria en Madrid fue del 184%.

En el encuentro, que se celebrará en la sede del departamento de Territorio, también tendrá protagonismo una de las reivindicaciones históricas de la Generalitat: el traspaso completo de Cercanías. Se hablará de las actuaciones pendientes y del déficit de explotación. Además, se abordarán otras inversiones del Estado en Catalunya, por ejemplo, en la red viaria. En las últimas semanas la Generalitat ya ha dado varias muestras de su disgusto con el Estado por el déficit inversor, pero el Gobierno español también ha dado pistas sobre su argumentario. El ejecutivo de Pedro Sánchez reconoce que las cifras son mejorables, pero advierte que uno de los problemas también es imputable a la Generalitat por la división que exhiben Junts y ERC en algunas inversiones, como la fallida ampliación del Prat o las obras del Cuarto Cinturón.

¿Relaciones congeladas?

La reunión de la Bilateral también hace aflorar una duda razonable: ¿Están realmente congeladas las relaciones entre la Generalitat y el Estado como asegura el Govern? En las últimas semanas se han sucedido contactos destacados. Por ejemplo una reunión improvisada entre el president Pere Aragonès y el vicepresidente Jordi Puigneró con la ministra Raquel Sánchez, precisamente sobre el déficit inversor, u otra entre el conseller de Economía, Jaume Giró, y su homóloga española, Nadia Calviño, por el conflicto en Celsa y los fondos europeos. La batalla, ahora, también es por el relato sobre en qué punto está el diálogo. Calviño decía recientemente que las relaciones estaban perfectamente "normalizadas", mientras que la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, el martes lo negaba y decía que los contactos estaban justificados si había que defender "los intereses" de los catalanes. Sea como sea, este viernes será inevitable que la relación se vuelva a descongelar, aunque sea sin ministras ni consellers.

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