La contraofensiva de Pedro Sánchez y Salvador Illa

Salvador Isla con Pedro Sánchez
06/09/2025
4 min

MadridDespués de un verano que ha dado pie a muchas especulaciones sobre la reanudación del curso político, hemos asistido a un cierto despliegue del gobierno para tratar de recuperar la iniciativa y contrarrestar la ofensiva continua de una oposición que no tiene otro objetivo que la convocatoria de elecciones generales. Naturalmente, este intento de los socialistas requería dar pasos concretos, de entrada en el ámbito parlamentario y en los medios de comunicación. El panorama en el Congreso sigue siendo incierto y complicado. Pero en las últimas semanas se han producido contactos que dan a entender que hay margen para seguir pedaleando y buscar el apoyo a los presupuestos de los partidos que hicieron posible la investidura de Pedro Sánchez. En la entrevista en TVE con Pepa Bueno, el presidente del gobierno dejó más claro que nunca que se enviará proyecto presupuestario a la cámara y que, por tanto, esta vez no se exigirá la garantía previa de los socios para formalizar la iniciativa. Si el PSOE quería recuperar terreno y tener cierto control sobre la agenda política, hacía falta una decisión de estas características. Después ya veremos si los jueces y sumarios que afectan directamente al gobierno permitirán centrar el debate en esta cuestión. Pero, de momento, es el paso más importante por su trascendencia para continuar la legislatura.

Antes del verano, el PP acarició la idea de que tenía a Sánchez contra las cuerdas ya un paso del desastre, debido a las revelaciones del sumario sobre el caso de sus excolaboradores Cerdán, Ábalos y Koldo García. Pero la alianza que ha permitido cubrir los dos primeros años de la legislatura aguantó. Con esa impresión de que la situación quedaba muy abierta el país se fue de vacaciones. Hacía falta encontrar algún revulsivo. Por supuesto, los hechos de agosto, con el trágico protagonismo de los incendios forestales, y las polémicas sobre la inmigración, generaron un escenario negativo y que volvía a acercarnos a sensaciones de crisis sistémica. Seguro que Pedro Sánchez y Salvador Illa dieron vueltas a este rompecabezas en sus conversaciones en Fuerteventura. El esfuerzo de moverse en el ámbito de la comunicación, el ofrecimiento a las comunidades autónomas de la condonación de la deuda y la visita de Isla a Puigdemont del pasado lunes forman parte de esta estrategia de relanzamiento para reubicar el debate político en asuntos concretos de relevancia.

La entrevista de Pepa Bueno en Sánchez tocó todos los palos, con respeto pero sin concesiones. El líder socialista suele salirse bien, ante las cámaras y en la tribuna del Congreso. Pero en esta segunda mitad de la legislatura –que ya veremos si puede realmente culminarse– lo tiene particularmente difícil. El acto de apertura del año judicial, el pasado viernes, confirmó el malestar de los sectores conservadores de la magistratura, que son muy mayoritarios en la carrera. Por este lado, el gobierno no puede esperar ningún tipo de oxígeno. Al contrario. El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, hizo bien acudiendo al acto y presentar el balance de la Fiscalía sobre el curso anterior. Pero, una vez procesado ya las puertas de la remisión de su caso a juicio, resulta difícil pensar que salga absuelto sin más. Ahora bien, hace bien en defender el derecho de presunción de inocencia en relación con su caso.

El caso del fiscal general

Quienes ahora le han reclamado que no acudiera al acto habrían sido los primeros en interpretar que su ausencia era un signo claro que asumía la culpabilidad. Sea como fuere, también puede darse por seguro que si se le cae algún tipo de condena, será en una sentencia con votos discrepantes. Ya se vio a finales de julio, cuando la decisión de rechazar el recurso del fiscal general contra su procesamiento contó con el voto en contra del magistrado Andrés Palomo. Este juez argumentó que "no aparece suficientemente justificada" la atribución a García Ortiz de la filtración del correo electrónico en la que la defensa del empresario Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, admitía la comisión de dos delitos fiscales de su cliente. Destaco este caso porque me sigo preguntando si existe proporcionalidad entre el supuesto delito atribuido al fiscal general –el de revelación de secretos sobre la negociación relativa a un fraude fiscal– y el esfuerzo por obtener unas pruebas que no han pasado de indicios sin confirmación.

"Quien pueda hacer, que haga". Esta frase del expresidente José María Aznar sigue siendo la principal explicación posible del escenario de enfrentamientos entre poderes del Estado, en concreto entre el gobierno y una parte importante de la magistratura. En este contexto, pendientes de resolución los recursos de amparo de los líderes del Proceso por la inaplicación de la ley de amnistía en su caso, ¿qué pensar del tratamiento de esta cuestión en la entrevista de Isla con su antecesor, Carles Puigdemont, en la sede de la Generalitat en Bruselas? Probablemente, la cuestión parece orientada hacia la concesión del amparo, pero sin seguridad absoluta ni previsión de calendario. Por el momento, no se levantará la orden de detención de Puigdemont en España.

Juntos no da garantías de que esta entrevista haya servido para restablecer una colaboración más intensa. El gobierno ya ha sustituido a Santos Cerdán para los contactos habituales con los junteros –en los que José Luis Rodríguez Zapatero juega un papel predominante–, aparte de los que hay en el Congreso. Pero ha quedado en manos del PSOE contar esa remodelación de equipos, cuando lo vea oportuno. El hecho es que el diálogo sigue, pero sin acuerdos concretos. Juntos sigue sin ver maduras algunas iniciativas importantes del gobierno, como la reducción de la jornada laboral. Para Sumar, es esencial que la propuesta prospere, y no es fácil que los de Puigdemont cambien de criterio en el sentido de que este proyecto está mal construido. En definitiva, los socialistas tienen por delante un nuevo período parlamentario complicado. A la espera de comprobar si puede tener éxito el intento de relanzamiento de esta primera semana de septiembre, el hecho es que Sánchez e Illa han mostrado voluntad de iniciativa y cierto margen para recuperar presencia autónoma, es decir, no ligada a las críticas y requerimientos de la oposición. Esta contraofensiva ya es un paso, si lo comparamos con las dificultades del PP para evitar que Vox le siga comiendo terreno en las encuestas.

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