Crece el malestar en ERC por la financiación
El presidente del grupo republicano, Josep Maria Jové, trasladó sus quejas al Govern en una reunión que mantuvieron antes de la Bilateral
BarcelonaEl acuerdo sobre la financiación que surgió este lunes de la Bilateral entre los dos gobiernos no satisfizo a Esquerra. Quedaban fuera cuestiones que la actual dirección de Oriol Junqueras considera básicas, como la ordinalidad. "Es innegociable", advirtió el portavoz de ERC, Isaac Albert, en rueda de prensa. Los republicanos evitaron ir más allá públicamente a la hora de presionar a los socialistas. Ahora bien, el malestar en la dirección existe. Esquerra no solo está molesta con el acuerdo que salió de la Bilateral, sino también con que se celebrara esta reunión, apuntan fuentes de la cúpula del partido. Consideran que ha sido una "escenificación" que todavía ha "complicado" más la negociación por el nuevo modelo de financiación. Sin embargo, los críticos con Oriol Junqueras van más allá y dicen que el acuerdo es una "tomada de pelo".
"Es evidente que no nos gusta y que las cosas no van como deberían ir", apuntan las mismas fuentes. Otras voces de la ejecutiva también admiten que se está avanzando de forma más lenta de lo que quisieran y responsabilizan a los socialistas: "Arrastran los pies". Añaden, sin embargo, que Esquerra debe seguir "presionando". Ahora bien, el partido admite que debe encontrarse un equilibrio a la hora de presionar en público: no solo remarcar los incumplimientos, sino las partes en las que se ha adelantado. Una forma también de no dar munición a sus rivales en el mismo espacio independentista, admiten algunos dirigentes. En el partido todavía pesan las críticas que se le hacen desde hace tiempo desde parte del independentismo por haber abierto negociaciones con los socialistas.
Con todo, de puertas adentro, Josep Maria Jové, presidente del grupo parlamentario de ERC en el Parlament, expresó su rechazo al acuerdo firmado entre los dos ejecutivos en la reunión que el Govern mantuvo con los grupos parlamentarios, según fuentes conocedoras. El malestar también lo ha trasladado el propio Oriol Junqueras al PSOE. En los últimos días de negociación, el líder de ERC ha mantenido contacto con el presidente español, Pedro Sánchez, y también con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para intentar acelerar las negociaciones y advertirles de que las conversaciones no iban por el camino que deberían ir.
El acuerdo de investidura firmado hace un año por la dirección que entonces pilotaba Marta Rovira establecía que antes del 30 de junio debía reunirse la comisión bilateral para "formalizar" el pacto por la nueva financiación. A raíz del caso Cerdán las conversaciones entre republicanos y socialistas se habían atascado y la dirección de Oriol Junqueras decidió dar más tiempo al PSOE para concretar el modelo. De hecho, desde la cúpula del partido se aceptaba que este encuentro no se celebrara si el acuerdo que debía salir suponía una rebaja respecto a lo firmado en julio del año pasado. Y, en este sentido, responsabilizan al PSC de haber forzado una fotografía que ha llevado aún más "incomodidad" entre las filas socialistas.
Los críticos cargan contra la dirección
"No viene de catorce días [la comisión bilateral] si lo que lograrás es un gran acuerdo, pero ¿estamos aquí? No soy optimista", resumía una voz crítica con la actual dirección de Oriol Junqueras hace unos días sobre el retraso de la Comisión Bilateral. En las últimas horas todavía se han visibilizado más voces republicanas que han cargado contra el acuerdo firmado por ambos gobiernos socialistas. "Otra tomadura de pelo", afirmaba, tajante, la noche del lunes la expresidenta del Parlament Carme Forcadell en un tuit a X. Se sumaba la exconsejera Dolors Bassa: "Enfadada, angustiada... ¡y todo lo que viene!", expresaba, para después añadir que el pacto de la Bilateral no "cumple".
"Esquerra no debe tolerar rebajas", se ha añadido este martes Xavier Godàs, que lideró la candidatura alternativa a Junqueras, Nueva Izquierda Nacional: "El acuerdo sólo habla de gestión, mientras que el acuerdo político inicial incluía también la recaudación, la inspección, la liquidación y la disponibilidad de todos". De hecho, algunas voces de los críticos no ponen tanto el foco en la ordinalidad –como hace la actual dirección–, como en que Esquerra haya hecho "renuncias" en cuestiones como que Catalunya tenga la llave de la caja. Advierten, en este sentido, que si el hito final acaba siendo un consorcio, supondrá un incumplimiento del pacto de investidura. "Cuando el PSOE huele que estás dispuesto a rebajar, ellos rebajan mucho más", apunta al ARA un militante de este sector. "Desde la dirección de ERC parece que quieran maquillarlo", añade otra voz crítica con Junqueras. "Fue una reacción tibia, poco exigente", concluye otro crítico, quien considera que la dirección tiene una "actitud autonomista".