Críticos del PSOE levantan la voz contra los indultos

Felipe González, Vara y Page critican la estrategia de Sánchez mientras Ferraz le resta importancia y descarta una revuelta interna

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L'expresident Felipe González

MadridSi alguien ha capitaneado la estrategia del gobierno español en lo que respecta a los indultos es el propio presidente español, Pedro Sánchez. Fue él quien el lunes allanó el camino para la medida de gracia, del mismo modo que a finales del año pasado rebatió los argumentos de la Fiscalía para oponerse a la concesión de los indultos a los presos políticos, igual que el Tribunal Supremo. La decisión no es en vano: es una forma de intentar evitar demasiado ruido interno en sus filas y marcar el argumentario para el resto del PSOE. Es un hecho que el indulto no gusta a una parte del partido –la propia vicepresidenta primera, Carmen Calvo, evita hablar del asunto, y todavía lo hace menos la ministra de Defensa, Margarita Robles, que como juez del Supremo defendió la doctrina contra los indultos arbitrarios–, pero desde hace meses el equipo de Sánchez trabaja para evitar una revuelta interna. La decisión llega en un momento en el que el presidente español controla buena parte del aparato –tiene pendiente acabar con Susana Díaz en las primarias en Andalucía el 13 de junio después de haber impulsado al alcalde de Sevilla para ser el candidato si hay anticipadas– y Ferraz descarta una revuelta interna, más allá de las declaraciones en contra de las voces críticas habituales, que no se han hecho esperar.

Es el caso del expresidente español Felipe González, que en una entrevista al programa El hormiguero de Antena 3 el miércoles por la noche afirmó que "en estas condiciones no haría el indulto". Lo precedió el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, que por Twitter afirmó que "no tiene que ser indultado quien no quiere serlo porque no respeta las leyes que lo hacen posible". Todavía más contundente ha sido esta mañana el presidente manchego, Emiliano García-Page, que ha dicho que desea con toda su alma que el gobierno finalmente no tome la decisión de indultar a los 12 líderes independentistas condenados por el Procés porque sería "uno de los grandes errores de la democracia". En declaraciones a los periodistas desde Toledo, Page ha insistido en que los indultos no pueden tener "perfil político", no pueden parecer una "transacción" y que "en ningún caso" pueden significar una "cesión". Porque sería "exactamente lo contrario de una medida de gracia que a mí no me hace ninguna gracia", ha añadido.

Ante las voces críticas habituales que Ferraz ya esperaba, el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero entró ya el miércoles en escena para defender la estrategia de Sánchez. Durante el último año y medio de legislatura se ha convertido en una de las figuras indispensables fuera de la Moncloa para intentar apagar fuegos dentro del PSOE y responder a la vieja guardia socialista, que cada vez se acerca más a las tesis del PP. En una entrevista en Canal Sur el miércoles por la tarde, señaló que él es partidario de los indultos y que considera que es la mejor solución para el "reencuentro" con Catalunya. De hecho, ya auguró acusaciones de "traidor" a Sánchez si los concede, pero apuntó que en "el medio y largo plazo" servirán para "la unidad constitucional".

El ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha reprochado este jueves a González que "opine" sobre los indultos cuando no tiene la sartén por el mango y no asume las "consecuencias" de la decisión. Por eso le ha pedido "ponerse en el lugar" de Sánchez, que tiene que "pilotar un proceso desde el sentido de la oportunidad". Además, ha recordado que el Supremo avaló el indulto en enero a Antonio Tejero por el golpe de estado del 23-F sin que hubiera arrepentimiento por "utilidad general" y "interés en España". Ahora bien, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha negado durante una comparecencia en el Senado que hubiera una "batalla" con el Supremo por los indultos y ha asegurado que no está preocupado por las críticas a cualquier decisión.

El PP hurga en las divergencias en el PSOE

Si alguien está metiendo baza en las divergencias en el PSOE es el PP, que el miércoles ya advirtió de que los socialistas se están convirtiendo en una formación "irreconocible". La triple derecha cargará todo lo posible contra el presidente español respecto a los indultos con la esperanza de hacerlo cambiar de parecer en el último minuto. Pero la Moncloa no ha hecho más que reforzar las palabras de Sánchez después de la decisión del Supremo. Recuerda que el informe del alto tribunal no es de obligado cumplimiento y que el consejo de ministros es el único que puede tener la última palabra. Además, Ábalos ha acusado a PP, Vox y Cs de "desinformar" sobre la potestad constitucional del consejo de ministros y les ha recordado que tienen "minoría" en el Congreso".

La duda todavía es si el PP y Ciudadanos podrán recurrir a la sala tercera del Supremo, mientras que Vox lo tiene más fácil como acusación popular en el juicio al Procés. La derecha tiene la esperanza de conseguir revertir los indultos presionando en diferentes instancias, y cuenta con el apoyo del Poder Judicial. El presidente del CGPJ, Carlos Lemes, ya rebatió el miércoles los argumentos de Sánchez y advirtió de que el indulto, cuando no hay "concordia", es "difícil de aceptar".

Mientras que la extrema derecha tiene intención de movilizarse en la calle, los de Pablo Casado concentrarán primero las fuerzas en los ayuntamientos. El número dos del PP, Teodoro García Egea, ha anunciado que presentarán mociones en todos los ayuntamientos para que el PSOE se retracte con el "pago político" por los indultos.

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