De cronista deportivo a mano derecha y compañero de piso de Carlos Mazón

ValenciaCompañero de piso cuando ambos se encontraban en Valencia y mano derecha del exjefe del Consejo Carlos Mazón. El periodista José Manuel Cuenca ha sido noticia esta semana porque la juez de la dana ha autorizado un cotejo entre él y la exconsejera Salomé Pradas para intentar esclarecer las contradicciones existentes entre la declaración del exjefe de gabinete y los mensajes revelados por el exjefe de Emergencias.

Nacido en la localidad valenciana de Ibi, junto a la ciudad de Alcoy y en el corazón industrial de la conocida como Vall del Joguet, el comunicador proviene de una familia más bien progresista. Superada la primera juventud y con el título de periodista en el bolsillo, Cuenca inició su carrera como cronista deportivo. Desde el césped de los estadios escaló a director de emisoras de la Cadena Cope. Dirigió las de Dénia, Alicante, Murcia y Cuenca entre 1999 y 2018. De la radio de los obispos salió con polémica al ser acusado de un posible cobro de comisiones ilegales de publicidad según reveló elDiario.es, un delito que la justicia desestimó declarando su despido improcedente.

Aparcado temporalmente el periodismo y aprovechando sus contactos, Cuenca pasó a trabajar para la compañía de limpieza y servicios STV Gestión, que es adjudicataria de concesiones públicas. Fue en ese entorno cuando construyó la amistad con Carlos Mazón, quien antes de ser jefe del Consell presidió la Diputación de Alicante. A consecuencia de este pasado, fue especialmente polémica que STV Gestión fuera beneficiaria de un contrato de emergencia de la Generalitat para la limpieza de polígonos industriales después de la dana. El presupuesto del encargo era de 290.000 euros, pero se elevó a 2,3 millones después de detectarse una carga de trabajo "muy superior a la presupuestada".

Al igual que su papel en la gestión de la catástrofe, también ha sido criticado el papel de Cuenca como jefe de gabinete de Mazón. Ha sido acusado por algunos medios de presionar a periodistas y amenazar a directores con retirar la publicidad institucional. Se trata de comportamientos que él siempre ha negado, la última vez en su comparecencia en el Congreso de Diputados.