Siete años pidiendo la nacionalidad para poder votar

BarcelonaAhmed El Alaoui nació en Dubai, pero vivió hasta los once años en Marruecos. Ahora tiene veinte y todavía no ha conseguido la nacionalidad. De hecho, ni siquiera tiene el derecho de pedirla y no puede votar en ningunas elecciones, puesto que en España tener la nacionalidad es un requisito imprescindible. Los inmigrantes de países africanos tienen que residir diez años en el país de manera legal antes de poderla solicitar. Por eso, a pesar de que Ahmed ha crecido en Catalunya, todavía tendrá que esperar un tiempo para poder iniciar los trámites que le permitan votar. “Es un requisito arbitrario, porque a los países africanos nos piden diez años de residencia a pesar de ser vecinos, y a los sudamericanos solo uno”, explica Ahmed visiblemente molesto.

Sus inquietudes políticas le han llevado a militar en las juventudes del PSC. Durante las elecciones, Ahmed vive situaciones que él tilda de “irónicas”: “Soy apoderado, pero después no me dejan votar”. El caso de Ahmed no es el único. Safia Elaaddam tampoco tiene la nacionalidad a pesar de que nació en Tarragona hace veinticinco años. Hija de inmigrantes marroquíes, solo tiene la nacionalidad marroquí, lo cual les impide ejercer su derecho en voto a pesar de haber vivido toda su vida en Catalunya. Cansada de los trámites burocráticos que inició ahora hace siete años para conseguir los papeles -y que todavía no han dado resultado por la lentitud administrativa-, esta activista tarraconense impulsó en 2019 la campaña Votar es un Derecho. Ahmed acompañó a Safia en los primeros pasos de esta iniciativa, que pretendía generar conciencia de la “gravedad” que supone que en democracia uno de cada ocho habitantes no tenga derecho a voto. De hecho, casi un millón de personas no podrán votar durante las elecciones del 14-F por el impedimento de la legislación española.

La campaña de Safia, que nació justo antes de las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019, consiguió que casi dos mil personas que no querían participar en los comicios cedieran el voto a personas sin nacionalidad española que sí que querían decidir sobre el futuro de su país. Este año doscientas personas han contactado a Safia para ceder su voto el 14-F, y la activista espera que el número siga creciendo. “De momento hay 20 personas solicitantes a las cuales asignaremos estos votos cedidos”, explica.

El éxito de la iniciativa se ha visto reflejado en la campaña 1 milló de vots, de la entidad Volem acollir, que pide a los electores que no quieran hacer uso de su derecho a voto que lo cedan a alguien que no lo tenga. A pesar de que persiguen el mismo objetivo, Safia lamenta que no se haya tenido en cuenta su trabajo durante los últimos años a la hora de promover la campaña.