Anna Gabriel y David Fernández entran en escena en el acto final de la CUP

Los cuperos se reivindican como la garantía para reanudar el embate con el Estado y evitar los macroproyectos

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David Fernández con Anna Gabriel, en el mitin final de la CUP en Barcelona

BarcelonaEste viernes se ha repetido la imagen de hace un año. Si en mayo del año pasado, la CUP llevaba a David Fernández y Anna Gabriel al bastión de Berga en el acto final de las elecciones municipales, los propios exdiputados han vuelto a estar presentes en el cierre de campaña del 12-M. Ambos, grandes referentes de la izquierda independentista, fueron cruciales en el crecimiento de la CUP en el Parlament. Entre 2012 y 2015 –o lo que es lo mismo, entre Fernández y Gabriel– los cuperos ganaron más de 200.000 votos para llegar a casi 340.000 votos en lo que es su récord histórico.

Ahora, sin embargo, las perspectivas no son las mismas y las encuestas auguran un bajón de los anticapitalistas, que confían, sin embargo, al volver a ser decisivos en la configuración de un gobierno que sólo divisan que pueda ser independentista. Fernández y Gabriel, pues, han entrado en escena por primera vez en esta campaña para reivindicar su proyecto político y movilizar al electorado.

En el mitin más multitudinario, frente a unas 500 personas, en el paseo del Born, santuario de la izquierda independentista, donde hace los actos de la Diada desde hace medio siglo (cuando nadie más salía a la calle), los cuperos se han reivindicado como la garantía para reanudar el embate con el Estado. También para evitar que salgan adelante los macroproyectos como el Hard Rock, la B-40 o la ampliación del aeropuerto. Éstos han sido los dos ítems de toda la campaña.

En esta línea, Fernàndez ha dicho que la CUP defiende "palmo a palmo cada barrio, cada pueblo y cada comarca" y "los derechos de los más desvalidos contra quienes los persiguen sea con una rojigualda o ensuciando nuestra estelada". "El voto en la CUP es el de todas las luchas", ha añadido en una de las intervenciones más aplaudidas. Gabriel, por su parte, ha hecho un llamamiento a no caer a la resignación ante las peleas estériles de los partidos independentistas: "No bajaremos los brazos cuando hay cientos de personas que todavía sufren represión"

Sus sucesoras han cargado con dureza contra ERC y Junts por no adoptar una agenda nacional y social propia. La cabeza de lista, Laia Estrada, también disparó contra las dos grandes fuerzas independentistas. "Ahora compiten por ver quién colea más, por ver quién practica más el pescado al empolla", ha denunciado antes de decir que es necesaria "una CUP fuerte para garantizar un Parlamento independentista y más de izquierdas". Asimismo, ha advertido que después del domingo estos dos partidos se pondrán de acuerdo con el PSC para que "nada cambie y así mantener los privilegios de una minoría". La número 2, Laure Vega, ha criticado a los macroproyectos que "hipotecan a nuestro pueblo". "Se están vendiendo el país a pedazos. ¿Qué República quieren? ¿Que sólo servimos paellas a los turistas que llegan en crucero?", se preguntó.

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