Carlos Carrizosa: el político que aplaudía a Pujol hasta que no pudo escolarizar a sus hijos en castellano

Al candidato de Ciudadanos le apasiona cuidar al hervidero que tiene en casa y saborear las caladas de pipa

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Caricatura del candidato de Cs al 12-M, Carlos Carrizosa

BarcelonaNo puede entenderse el candidato de Ciudadanos, Carlos Carrizosa (Barcelona, ​​1964), sin el asma infantil acusada que sufrió hasta los 12 años y que le convirtió en lector empedernido. Leía porque le permitía evadirse en las largas estancias en casa sin poder ir al colegio, cuando incluso debían ponerle oxígeno. Tampoco se le puede entender sin sus padres y sus cuatro hermanos, que han marcado de lleno a un hombre de leyes como él que se define como "familiar". Y menos sin sus tres hijos, que le empujaron a dedicarse a la política para poder escolarizarlos en castellano mientras la inmersión lingüística les privaba de este "derecho".

Sin embargo, comenta que cuando era joven se sintió "partícipe" del catalanismo porque creía que era "amor a la tierra, la cultura y el idioma"; veía con buenos ojos a Jordi Pujol como "representante de la catalanidad", e incluso creía que era "bonito lo que él ponía en valor". Sin embargo, desde la distancia afirma al ARA que detesta que pusiera los cimientos de lo que repudía: "La Catalunya nacionalista".

Lo que atraviesa de lleno la vida de Carrizosa son la lectura y las leyes. Por el contrario, el deporte no le atrae nada, ya que no pudo practicarlo durante la infancia y le apasiona cuidar al hervidero que tiene en casa y saborear las caladas de pipa. En su día a día son imprescindibles los libros y andar por los espacios abiertos, como el campo y el mar, ya que le "pacifica el espíritu". De libros lee varios a la vez y muchos son sobre historia antigua, su gran pasión. Uno de ellos es La sangre del padre, del finalista del premio Planeta Alfonso Goizueta sobre la vida de Alejandro Magno.

El gozo de leer proviene de su familia, del barrio de Les Corts –con orígenes andaluces y extremeños–, aunque en el Eixample se encuentra la imprenta de los Carrizosa, donde trabajan dos hermanos suyos y donde el candidato a la Generalitat también estuvo de joven. Su padre, Víctor, responsable y serio, murió al pie del cañón del negocio con 84 años por cóvido, en plena pandemia. De su madre, Mari Carmen, que era ama de casa, sacó la parte sentimental. En todo caso, no continuó en la empresa familiar porque siempre había querido ser abogado, reflejado en Perry Mason. Con 10 años vivió un episodio que le acabó de animar: una gamberrada en la escuela con quebradiza incluida que acabó con un juicio simulado y él de abogado. Ha ejercido desde 1989 tras graduarse en la UB y tiene el despacho de penalti y mercantil Carrizosa y Almazor, que comparte con su exmujer y al que espera regresar algún día después de la etapa política.

¿Pero cómo es personalmente? Quienes le conocen dicen que es "muy leído" y que el olfato jurídico le amara. Un político inseparable de él es Joan Garcia, que destaca su buena relación con el equipo con el que suele comer en el Parlament, que es "de la broma" y generoso invitando a comidas. Sostiene que la imagen pública de distante contrasta con la realidad, y que para él es clave él la "relación intensa" con sus hijos. "Capaz de aguantar situaciones complejas", la lealtad a sus principios es una calidad que coinciden en subrayar Garcia y el también diputado Matías Alonso, quien añade que su liderazgo es "natural". Todos están en el campo de batalla contra el nacionalismo catalán desde el inicio.

Origen de la militancia

Su militancia fue casual y también atada a la familia. Se interesó cuando tuvo que apuntar a la escuela a sus tres hijos (nacidos entre 1996 y 2002) y tuvo problemas para encontrar lectoescritura en castellano. Él y su mujer eran grandes lectores y querían que los niños "no tuviera problemas en el aprendizaje de nuevas palabras y lo hicieran en su lengua". En la guardería de los hijos ya veían que "la señora de la guardería y todo [plegado] era mucho en catalán".

Les dijeron que su hijo estaba "muy inmersionado [sic] en un hogar muy castellanohablante", pero les sorprendió el reflejo "nacionalista" de la responsable: "No, ningún problema, aquí tenemos un turco que no tiene ningún problema [con el catalán]", dijo. Además, la concertada a la que llevó a sus hijos dejó de hacer la lectoescritura en la lengua materna durante el tripartito. Por este motivo, cuando nació Cs se sintieron representados y Carrizosa ya se implicó en 2005 para ayudar, y trabajó en la sectorial jurídica. Entró de diputado en el 2012 por sorpresa, ya que iba de número 7 en Barcelona: esperaban sacar cinco, pero finalmente obtuvieron ocho en la demarcación. Leal en sus siglas, nunca se ha planteado diluir Ciudadanos: el 12-M se juega la extinción del partido.

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