La CUP quiere pasar página en los últimos batacazos y volver a ser decisiva el 12-M
Los cuperos cargan contra "la sociovergencia republicana" en el inicio de la campaña
BarcelonaLa CUP siempre saca pecho de que, cuando es decisiva, ocurren cosas. Y eso es lo que quiere conseguir ese 12-M. Sin embargo, el adelanto electoral lo ha cogido a contrapié, en pleno proceso de refundación tras los batacazos en las elecciones municipales y sobre todo en las generales, en las que perdió la representación en el Congreso. Sea como fuere, la formación anticapitalista confía en movilizar a su electorado y recoger al votante descontento con ERC y lo que le da el salto a las españolas votando a los comunes.
Las encuestas apuntan a un ligero retroceso de los cuperos, que podrían perder algunos de los nueve diputados que tienen en la actualidad. Pero los sondeos también apuntan a que la mayoría independentista peligra y confían en que sus votos, una vez más, vuelvan a ser decisivos para investir al nuevo presidente de la Generalitat. Ya lo fueron en el 2016 con Carles Puigdemont y en el 2021 con Pere Aragonès, pero ahora exigirán concreciones a nivel nacional y en el flanco social después de ver en la última legislatura cómo los republicanos convertían al PSC en su socio prioritario.
En el inicio de la campaña en la Vila de Gràcia, uno de los bastiones de la formación, la cabeza de lista, Laia Estrada, ha cargado con dureza contra ERC por haber "renunciado" a impulsar políticas de izquierdas y trabajar para ejercer el derecho a la autodeterminación. Lo ha hecho en un acto en pequeño formato con militantes y miembros de diferentes organizaciones que apoyan la candidatura, pero también con representantes del mundo educativo y sanitario, que se han movilizado contra el Govern estos últimos meses.
La agenda de Foment
Estrada ha lamentado que la pasada legislatura "se lanzó por la borda" y que "a los pocos meses el acuerdo de investidura quedó en nada y se supeditó a los intereses de las grandes élites económicas", en referencia a macroproyectos como el Hard Rock, que han terminado provocando el adelanto electoral. "El mandato ha terminado con ERC dialogando con el PSC y con Junts en una sociovergencia republicana", ha remachado.
En este sentido, la presidenciable ha cargado contra ERC y Junts por aplicar "hilo por punta el programa de Fomento" cuando al inicio de la legislatura, ha recordado, se habló de destinar una partida de 1.000 millones para vivienda, impulsar una renta básica universal o una energética pública y desbordar el régimen de 1978 con leyes sociales. "Lo hemos terminado con un gran acuerdo para cargarse la inmersión en las escuelas, con placas solares en los edificios públicos y la agenda de Sánchez Llibre como pilar", espetó Estrada.
La candidata también ha querido rebatir algunas de las acusaciones que siempre recibe la CUP. "Nos acusan de no ser útiles, pero hemos llevado debates al Parlamento de los que nadie hablaba y en 2015 pusimos sobre la mesa la necesidad de hacer un referéndum si querían que aprobáramos los presupuestos", ha subrayado. También ha negado que estén cómodos en la oposición: "Lo que no haremos es entrar en gobiernos para desplegar programas de otros y no al servicio de la gente". Y finalmente rehusó que sean los del no a todo. "Lo somos contra los del sí a trinchar el territorio oa venderlo para llenarlo de máquinas tragaperras para que unos pocos se enriquezcan", ha sentenciado.