Crónica

El granero de votos de la Feria de Abril

Los políticos se encuentran por la inauguración a las puertas de las elecciones del 12-M

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Imagen de las autoridades inaugurando la Feria de Abril en Barcelona

Barcelona"Nadie encuentra al Salinero en este momento tan importante". Faltan pocos minutos para las nueve de la noche, la hora marcada por el encendido que debe dar el pistoletazo de salida a la Feria de Abril. Los miembros de la organización han perdido por unos minutos al presidente de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas de Cataluña (FECAC), Daniel Salinero. Tampoco ha llegado todavía el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Todo se queda en un susto y las autoridades encienden el mosaico de luces de la entrada cuando pasan dos minutos de las nueve de la noche. El pulsador le aprietan Aragonés, junto al alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni; la presidenta de la Diputación, Lluïsa Moret, la alcaldesa de Sant Adrià, Filo Cañete, el delegado del gobierno español, Carlos Prieto y también Enric Millo, como representante de la Junta de Andalucía. Ninguna autoridad se lo ha querido perder. No fallan normalmente, pero menos este año, a las puertas del 12M.

Hace un año, la Feria de Abril ya se convirtió en el granero donde los políticos decidieron ir a pescar votos a las puertas de las elecciones municipales del mes de mayo. Ha pasado el mismo año. Han compartido escena con las autoridades algunos de los candidatos a los comicios del 12-M: Alejandro Fernández (PP) y Carlos Carrizosa (Cs). Pero no sólo. Los minutos antes del encendido, se convierte en un hervidero de políticos que se abrazan y se golpean en la espalda –por encima de todo, cordialidad–. Gabriel Rufián (ERC) y cargos de ERC aguardan junto a Millo, se intercambian pocas palabras. Hace pocos minutos han llegado también Xavier Trias y Daniel Sirera. Con la comitiva de Aragonès también están los consejeros Joan Ignasi Elena, Carles Campuzano y Tània Verge. Ignacio Garriga (Vox) también irá este fin de semana y Salvador Illa (PSC), el lunes.

"Aquí están los famosos. Ah claro, habrá políticos hoy", comenta un hombre a su pareja, vestida de sevillana, claro. Los políticos suben un paseo que recorre las casitas entre la expectación y la indiferencia de quienes bailan y beben. Collboni intenta dar algunos pasos de rumba, pero se contiene. La comitiva llega a la casita de la FECAC donde, ahora sí, brindan con rebujito antes de los parlamentos. Todos ellos ponen en valor la diversidad cultural de Cataluña y llaman a preservarla. Nadie menciona el 12-M, aunque los aires de campaña se ciernen sobre el ambiente. Al final, Millo quiere despedirse de Aragonès y se intercambian unas palabras, pocas. El presidente es el último en marcharse de la casita entre fotografías con los asistentes.

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