¿Qué se ha hecho de la furgoneta de la CUP?
El vehículo, que representaba el Proceso, fue un icono de campaña de los cuperos
BarcelonaLa CUP estrenó en 2015 un espot que se ha convertido en el más visto de todas las campañas electorales con más de 740.000 visualizaciones. En ese anuncio se colapsaba el motor de una furgoneta que simbolizaba el Proceso y los diputados de la CUP le empujaban ayudados de una multitud que esquivaba los obstáculos que ponía CDC en el camino. "Iban lentos porque iban lejos" era el título de una producción de Metromuster con guión de Jair Domínguez y la formación cupera. La furgoneta se convirtió en un icono y lo volvieron a alquilar para el acto de fin de campaña en Badalona.
Dos años más tarde, a las puertas del 1-O, los cuperos simulaban el final del Proceso soberanista despeñando la misma furgoneta por un acantilado –el vehículo ya estaba fuera de circulación y acabaron comprando–. Tras aprobar las leyes de desconexión, la diputada Anna Gabriel sentenciaba que ahora empezaba el mambo.
El anuncio se grabó en una cantera del Montmell, con la pertinente autorización del propietario y la garantía de que no supondría ningún impacto ambiental, ya que el vehículo cayó en una zona de extracción de material donde se realizan voladuras. "Solo teníamos una oportunidad, e hicimos una prueba con un barril y quedó en medio del barranco", recuerda riendo Xapo Ortega, realizador de la productora. ¿Pero qué se ha hecho de la furgoneta? Tras el anuncio, la furgoneta se llevó a una empresa de repuestos ubicada en el Papiolet, en Sant Jaume dels Domenys.
En conversación con el ARA, sus responsables revelan que el vehículo estuvo en el desguace hasta el 2019, porque la Agencia de Residuos sólo permite que estén dos años. "La habían vaciado antes de tirarla: no tenía ni motor ni asientos, llegó en muy mal estado", explica una de las trabajadoras, quien asegura que parecía de "juguete". Sin embargo, vendieron el techo, las ventanas e incluso el volante. "No eran coleccionistas, sino particulares", deja claro la operaria, que descarta que fuera algún simpatizante de la formación, como apunta la leyenda.
