"Si no nos vienen a saludar, voto a Puigdemont": crónica del Sant Jordi más político
Los candidatos aprovechan el día para saludar a simpatizantes y comprar libros en el centro de Barcelona
BarcelonaMás de uno de los miles de catalanes que estaban hoy en Barcelona para celebrar Sant Jordi se han topado con los candidatos que, a partir del viernes, verán en los carteles electorales de las principales calles de Catalunya. El día del libro y de la rosa los políticos no debían ser los protagonistas, pero el calendario electoral es caprichoso y ha acabado ofreciéndoles un escenario distendido y amable para apretar manos para agradecer el voto de los convencidos e intentar pescar el de los indecisos.
En el Palau de la Generalitat, que se viste de gala cada Sant Jordi con puertas abiertas a la ciudadanía, el presidente Pere Aragonès ha felicitado el día y ha llamado a defender la lengua catalana –al igual que Junts y la CUP–. Sin embargo, la precampaña también se ha hecho un hueco y el candidato republicano ha desconfiado una vez más de los llamamientos a la unidad de Carles Puigdemont. Por la tarde el presidente ha paseado entre los puestos de libros acompañado de su esposa, Janina Juli, y de la consejera de Cultura, Natàlia Garriga. La comitiva ha pasado desapercibida por algunos, mientras que otros se han intentado acercar a saludar. En la parada de la editorial Barcino, Aragonès ha hecho un paro para comprar dos libros: Ausiàs March. Una elección y Libro del coque. A cambio, la librera le ha dado una rosa de papel, como le había prometido mientras decidía la elección.
Mientras Aragonès caminaba por el paseo de Gràcia, Carles Puigdemont también ha encontrado la forma de participar en el día: ha presentado telemáticamente el libro Volvemos a ello en el stand de su partido. El candidato de Junts al 12-M ha recomendado su lectura a quienes se han detenido ante el stand, pero sobre todo "pasar al ataque, a la acción" para movilizar de nuevo el independentismo. Al finalizar, aplausos y gritos de "Presidente", pero también algún opositor que no se ha detenido pero que ha soltado "Vergüenza de hombre".
Isla hace furor entre los adolescentes
Pocos minutos antes Isla también paseaba con su esposa por el paseo de Gràcia, aunque no se encontró con Aragonès. El líder socialista ha comenzado la jornada en la capilla de San Jorge del Palacio de la Generalitat, donde cada año se oficia una misa en honor del santo abierta a dirigentes políticos. Terminada la ceremonia se ha encontrado con José Luis Rodríguez Zapatero, quien, en su segunda juventud política, ha vivido por primera vez un Sant Jordi en Barcelona para promocionar Crónica de una España que dialoga y, mientras paseaba, el candidato ha adquirido un buen botín literario, fundamentalmente de ensayo: La escuela del alma, de Josep Maria Esquirol; Libro, de Lea Ypi; El silencio de la guerra, de Antonio Monegal; Peregrinos de la belleza y El murmullo del agua, de María Belmonte, y El "Réquiem" de Mozart, de Miguel Ángel Marín. Entre compra y compra, simpatizantes de todas las edades –muchos de ellos jóvenes– se le han acercado para tomar fotografías.
Lo que empezaba a ser un acto redondo de campaña por poco no se tuerce cuando los socialistas han llegado a la casita socialista: una manifestación de CGT y la Intersindical ha puesto música de fondo a la visita con cánticos como "Illa, rega tu" o "El PSC realiza políticas de derechas" para pedir mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores de parques y jardines. Por encima de los gritos, y en declaraciones a los medios, Isla se defendía de las críticas de Gabriel Rufián por su comparecencia ayer en el Congreso y deseaba a todos los catalanes un buen Sant Jordi.
El PP, Cs y Tabarnia
En la carpa del PP han tenido invitado especial, al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que por segundo año consecutivo ha querido estar en Barcelona por Sant Jordi. Era de esperar, a las puertas de una campaña electoral que liderará a un Alejandro Fernández que no es precisamente santo de la devoción del líder popular. Ambos, sin embargo, se han paseado durante un rato por los alrededores de la carpa de los populares, a pocos metros de la carpa de Ciutadans, y han dudado en acercarse a la de Tabarnia. "Si no nos vienen a saludar, voto a Puigdemont", espetó una de las mujeres que custodiaban el tenderete, que salió a buscar a los dirigentes populares. Feijóo se ha vuelto a acercar, pero su equipo enseguida le ha gritado: "Aquí ya hemos estado".
El desembarco de líderes estatales debía continuar por la tarde con una visita de Yolanda Díaz al stand de los comunes, pero finalmente sólo acudió el ministro de Cultura, Ernest Urtasun. Jéssica Albiach, que paseó por el centro por la mañana, por la tarde se cerró a estudiar para los próximos debates de la campaña. Por si a alguien no le hacía el peso comprar flores de invernadero, fieles a su compromiso con la sostenibilidad, los comunes han repartido un papel con semillas de tomatera listas para germinar en formato electoral.