Elecciones generales

El PNV se desangra con un Bildu al alza a un año de las elecciones vascas

La izquierda aberzale sigue recortando distancias y quedó a tan solo mil votos de los 'jeltzales' en las generales

El diputado de EH Bildu en el Congreso de Diputados Oskar Matute en una reciente intervención en el pleno de la cámara española.
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VitoriaEl PNV desciende en votos en cada cita electoral. Se puede discutir el porqué, pero es un dato que no admite discusión. Respecto a hace cuatro años, en las municipales y forales de mayo sufrió una pérdida de 86.000 votos y en las del domingo 23 de julio, de 103.000. El PNV se está desangrando electoralmente y lo preocupante para los jeltzales es que ese voto no va a la abstención, sino que se acomoda en EH Bildu, su principal adversario. Y así será más difícil que lo recupere. El PNV pudo disimular en mayo la bajada porque siguió manteniendo el poder institucional, salvo en el Ayuntamiento de Vitoria; pero tuvo que hacer frente a la pujanza de EH Bildu recurriendo al PP –al que sacó de su intrascendencia política en Euskadi–, porque solo con los socialistas no le salían las cuentas. Si no, ayuntamientos tan importantes como Durango y Vitoria o la Diputación de Guipúzcoa habrían ido a parar a manos de la izquierda abertzale.

Todo lo contrario le ocurre a EH Bildu. En cada convocatoria electoral sube y ya tiene cerca al PNV en el País Vasco, del que se quedó a mil votos el 23-J. Tomando como referencia las generales, la implantación de EH Bildu en Euskal Herria es simétrica, con un pico alto en Guipúzcoa, donde es primera fuerza con gran diferencia, y manteniendo posiciones en Vizcaya (tercera) y Álava (segunda); mientras el PNV está primero en Vizcaya, pero perdiendo muchos votos, tercero en Guipúzcoa y cuarto en Álava. El caso de Navarra es aún más crudo para el PNV, porque la coalición de la que forma parte, Geroa Bai, en las elecciones generales no alcanzó los 10.000 votos, mientras que EH Bildu es ya segunda fuerza con casi 60.000. El PNV cada vez es más solo vizcaíno y en Vizcaya es donde pierde más votos.

Ahora vamos al porqué de la situación. Los jeltzales no han asumido que estamos en un cambio de ciclo. Ya no pueden escudarse en que los votantes penalizan a los partidos en el poder –el PSE ganó las elecciones en Euskadi– o en que el foco mediático en EH Bildu los perjudica. Tienen un problema que se mantiene elección a elección y se está volviendo crónico. El problema no es coyuntural, sino estructural. Muchos analistas coinciden en que se está volviendo un partido viejo con estructuras viejas, que se está alejando de la ciudadanía. El que era en otros tiempos el gran gestor se ha caído como un castillo de naipes. La realidad es que una mayoría de la sociedad vasca lo está suspendiendo en importantes áreas del autogobierno como sanidad, educación, servicios sociales e incluso seguridad.

Una marca erosionada

En estas elecciones generales, el PNV ha dejado en manos de Aitor Esteban hacer un torniquete de urgencia y tampoco ha funcionado. Ya no es un problema de personas, aunque también, sino que la marca está erosionada. Hace unos días Iñaki Anasagasti, en su blog, mostraba preocupación en un artículo que titulaba "Lo malo es la tendencia". El exdirigente jeltzale se preguntaba si podría darse la vuelta a la situación. “Lógicamente, sí. Pero es necesario que exista una catarsis mínima y que la crítica constructiva no se interprete como una crítica disolvente”. Con un Iñigo Urkullu al que algunos en el partido ya dan por amortizado, el dedo señala hacia la dirección del PNV y, concretamente, hacia Andoni Ortuzar.

La situación en EH Bildu es diametralmente opuesta. Su pragmatismo político, tanto en Madrid como en Euskal Herria, hace que el viento le sople a favor. Vive un momento distinto de su socio catalán, ERC. Su apuesta por priorizar los temas sociales, sin dejar de lado la construcción nacional, le funciona electoralmente. Figuras como Oskar Matute son una buena muestra de ello. Aún quedan más de diez meses para las elecciones autonómicas, salvo que el lendakari las avance, que no se puede descartar. ¿EH Bildu las puede ganar? Evidentemente, sí. Es quien mejor ha entendido que la sociedad vasca quiere un cambio de ciclo. Otra cosa es que pueda gobernar, porque esto va a depender sobre todo de los socialistas. Y en mayo ofrecieron apoyo sin fisuras al PNV.

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