Política municipal

¿Puede acabar siendo Manresa un nuevo Ripoll?

Partidos y entidades acusan a Junts de hacer partidismo con la inseguridad ahora que está en la oposición

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Concentración en Manresa contra la inseguridad en las calles

BarcelonaBajo el lema de "Manresa dice basta", unas 2.000 personas se concentraban el 5 de octubre contra el incivismo y la delincuencia. Lo hacían a raíz de la pelea multitudinaria entre menores de origen extranjero de hacía dos semanas y el posterior estropicio de cristales de varios autocares. Consideran que no se trata de incidentes aislados. "Negar los hechos no nos acerca a la solución", denuncia la plataforma, que reúne a vecinos y comerciantes y que se desmarca de cualquier partido. Una protesta que un centenar de entidades condenaron, justo un día antes, por "utilizar la seguridad para promover el racismo".

El Front Nacional de Catalunya (FNC) y Vox secundaron la marcha, Junts la apoyó, pero no asistió, y el resto de partidos la criticaron. ¿Va camino Manresa de convertirse en un nuevo Ripoll? Electoralmente, la extrema derecha nunca había tenido tanta fuerza en Manresa. Si bien es cierto que Plataforma per Catalunya ya había logrado 1 concejal en 2007 (1.539 votos) y 2 en 2011(2.391), en las últimas elecciones, el FNC se estrenó con 2 (1.618) y Vox con 1 (1.537), sumando, entre ambos, 3.155 votos y un 12,6% de apoyo. En el caso de Ripoll, Sílvia Orriols logró la alcaldía tras pasar del 10 al 30% de los votos en cuatro años y por la negativa de Junts a unirse con la izquierda.

En la capital del Bages, todas las miradas también se dirigen a esta formación, que tiene un voto fronterizo con el partido de Orriols o el Front. Y más después de que el portavoz de Junts, Ramon Bacardit, admitiera que convocó la reunión que dio pie a la manifestación. "Junts ha actuado de manera irresponsable. Ante una crisis, la oposición debe cerrar filas con el gobierno y no avivar el fuego, y más cuando ha llevado las políticas de seguridad de los últimos 12 años", denuncia el alcalde, el republicano Marc Aloy, recordando al gobierno de coalición. "Si estamos donde estamos es porque no hemos hecho un buen trabajo en los últimos años", añade. Aloy lamenta que Junts haya endurecido el discurso: "No me extraña que Vox y el Front señalen a los inmigrantes como los causantes de todos los males, pero Junts se parece mucho a ellos en Manresa".

Bacardit replica que "nunca" ha asociado inmigración con inseguridad: "Vincularlo es racismo", rebate. Eso sí, se desmarca de los pactos en los anteriores mandatos: "Es el mantra para sacudirse las responsabilidades, Junts se formó hace dos años, y el pacto no me lo hago mío". Su receta pasa por mayor presencia policial, generar empleo, defender el derecho a la propiedad privada o acabar con la cronificación de la subvención. Un posicionamiento que avala a la dirección de Junts. Su secretario general, Jordi Turull, se desplazó a Manresa dos días después de la protesta para mostrarle su apoyo.

El Front se jacta de haber hecho mover a Junts. Su portavoz, Sergi Perramon, destaca que son "los responsables de haber trasladado la cuestión de la inseguridad a los plenos", pero recuerda que "aquellos que abanderan el discurso de la inseguridad han estado en el gobierno en los últimos doce años". Sea como fuere, Junts ha presentado mociones contra las ocupaciones que tanto el Front como Vox han validado y Junts ha secundado algunas del Front. "Votamos a favor de la propuesta del Front, aunque se pasa tres pueblos y no es implementable porque reclamaba impulsar un servicio para afectados por las ocupaciones y lo compartimos", razona.

Pintadas que tachan de racista al portavoz de Junts

La concejala de la CUP Roser Alegre considera que Junts y el Front "se retroalimentan" y que han visto "con la seguridad la oportunidad de desgastar al gobierno". Más contundente se muestra su compañero de filas, Jordi Trapé, que concluye que ambos partidos "quieren convertir a Manresa en un nuevo Ripoll, pasando por encima de todo y todo el mundo que se interponga a su paso". Las pintadas de Arran que tachan de racista a Bacardit denotan que la tensión es latente.

Los cuperos también cargan contra ERC, que gobierna con PSC y PDECat: "Dicen que hay que trabajar con una vertiente social, pero la única respuesta ha sido policial con más cámaras y policías sin combatir las desigualdades", lamenta Alegre. Aloy defiende que se necesitan más agentes, pese a destacar que la tasa de delincuencia está doce puntos por debajo de la media catalana. "En 2008 teníamos 113 agentes y ahora 104 por los recortes del gobierno español, estamos por debajo de la ratio", expone el alcalde. En cualquier caso, el consistorio ha movido ficha y ha abierto la Mesa de Seguridad, que se celebra el martes y a la que asistirá el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, a entidades sociales y centros educativos, más allá de vecinos y comerciantes, que ya estaban allí. Fina Farrés, directora de Cáritas Manresa, que estará presente en el encuentro, defiende reforzar la cohesión social y lamenta que el endurecimiento del discurso en seguridad condicione al gobierno, que "actúa de forma más grandilocuente como lo demostró con el despliegue desproporcionado por detener a los menores".

Fina Farrés en la concentración contraria a la manifestación por la seguridad
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