¿Falangista? El cambio de nombre de una calle abre la caja de los truenos en Argentona
El concejal de Patrimonio ha validado que el paseo de la República vuelva a llamarse Baró de Viver
Argentona tiene una calle con dos nombres. No es que la vía cambie de nombre por su longitud. El paseo de la República tiene exactamente la misma ubicación que el paseo del Baró de Viver. No hace falta decir que esto hace ir de cabeza a los repartidores que deben llevar algún paquete a un vecino que vive allí. Pero este no es el motivo que ha llevado al concejal de Patrimoni a acabar con esta duplicidad y que ha abierto la caja de los truenos al municipio del Maresme.
En el 2018, en pleno auge del Proceso, el consistorio, gobernado por la CUP de Eudald Calvo, aprobó con los votos a favor de ERC e ICV y un concejal no adscrito, cambiar el nombre de paseo del Baró de Viver por el de paseo de la República, pero manteniendo el tres de ellos. El cambio se hizo sin informar a los vecinos, que, pese a la sorpresa, tampoco pusieron el grito en el cielo. Solo dos de ellos presentaron recurso, que el consistorio nunca contestó. Siete años después, el hermano del exalcalde y concejal de Patrimoni, Bernat Calvo, estimó el recurso y convocó recientemente a una audiencia con los vecinos. Sin resolver estos recursos no podía darse validez al acuerdo del pleno. "Era nuestra obligación", asegura en declaraciones al ARA, sin esconder que es partidario de restituir el nombre original.
Los vecinos, que han sufrido todo este tiempo problemas a la hora de realizar trámites administrativos, han secundado el cambio. El resultado fue que 77 vecinos apoyaron restituir el nombre original y sólo 6 defendieron mantener el actual. "Los números son demasiado contundentes como para obviarlos. Si el resultado hubiera sido ajustado, no cambiaríamos la denominación", deja claro. Y confiesa que "no es un rechazo a la República, sino a cómo se hizo el cambio". Sin embargo, el debate de fondo es a qué barón de Viver se refiere. El edil defiende que sólo puede ser el primero, Darius Romeu y Torrents (1849-1905), un político liberal que fue presidente de la Diputación de Barcelona. "El nombre de la calle se pone en 1901 y, por tanto, no tiene ninguna vinculación ni con la dictadura de Primo de Rivera ni con el franquismo", resalta Calvo, para diferenciarlo del segundo barón, que sí colaboró con el levantamiento y régimen fascista. Y pone como prueba que el primer ayuntamiento democrático de 1979 no le sacara del nomenclátor.
El ANC y el Consejo de la República, que llevarán al próximo pleno –donde debe validarse la restitución– una moción para revertirla, no lo ven igual. Ambas entidades consideran que el franquismo sólo recuperaba nombres afines al régimen y se remiten a la decisión que adoptaron los falangistas cuando ocuparon el Ayuntamiento a punta de pistola: "Sustituir la nomenclatura de las plazas y calles de esta villa que glorifican personalidades o hechos incompatibles con el Glorioso Movimiento Nacional por denominaciones concordantes con el programa ideológico del mismoAsí, los golpistas cambiaron el nombre de la calle Gran por Avenida del Caudillo; de Prat de la Riba por 19 de Julio (día del levantamiento); de Fermín Galan por José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española e hijo del dictador Miguel Primo de Rivera, y de Pi y Margall por Barón de Viver,
"Herencia del franquismo"
En cualquier caso, ambas asociaciones concluyen que restituir el nombre del paseo del Baró de Viver es, en palabras del secretario Albert Vila, "una imposición y una herencia del franquismo". "Que se refiera al primer o segundo varón de Viver es indiferente, no importa en absoluto", añade. Las mismas entidades subrayan que si no se hubiera producido el golpe de estado que el barón de Viver secundó, o si los republicanos hubieran ganado la guerra, muy probablemente todavía ahora el paseo se llamaría Pi i Margall. Y en cualquier caso, recuerdan que la Baronía de Viver es un título monárquico y "la monarquía borbónica es la continuidad del franquismo". Calvo defiende que en el letrero se dirá que hace referencia al primer barón. Para las entidades, añadir el año de nacimiento y defunción a la placa es "blanquear" el franquismo y ressignificar sería explicar que fueron los falangistas quienes impusieron ese nombre.
Calvo ya ha expuesto que tienen la intención de reubicar el nombre de este paseo en otro espacio de la villa y que no va a desaparecer del nomenclátor municipal. "Propondré que sea la calle del Ayuntamiento o en la plaza nueva que se hará en la entrada del pueblo, por donde entra todo el mundo, y no habrá conflictos con ningún vecino", señala el concejal. "No se trata de poner el nombre de República a un lugar digno, sino que Argentona no acepte el nombre que impusieron los falangistas y que honra a un fascista que se benefició de las dos dictaduras", rebaten las asociaciones. Tampoco entienden que una decisión tan importante no se haya abierto a todos los habitantes después de denunciar que uno de los recursos le ha denunciado que uno de los recursos lo ha denunciado neutral, no haya hecho pedagogía entre los vecinos.