Eleccions municipals

El infortunio del PSC en el pueblo de Salvador Illa

Los socialistas no lideran el Ayuntamiento de la Roca desde la salida de su líder, hace veinte años

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Salvador Illa votando en las elecciones del 28-M

BarcelonaAl PSC, todas le ponen. Ha ganado las últimas tres elecciones en Catalunya y, según el último barómetro del CEO, si hoy se celebraran los comicios en el Parlament se impondría con claridad y pondría fin a la mayoría independentista. En el ámbito municipal, ha recuperado Barcelona y tiene 130 alcaldías en todo el país. Pero existe un pueblo que se le resiste. Y no es uno cualquiera. Se trata de la Roca del Vallès, donde vive y de dónde fue el alcalde el líder de los socialistas, Salvador Illa.

El PSC no gana desde el 2011, pero tampoco entonces pudo gobernar. Illa, de hecho, ha sido el último candidato socialista que ha ganado unos comicios y ha podido gobernar. Fue primera fuerza en 1999 y 2003 y mandó al municipio hasta 2005. Ninguno de sus sucesores lo consiguió posteriormente. El 28 de mayo, Junts se impuso y hace cuatro años ERC revalidó la victoria del 2015. El efecto Illa no les ha permitido recuperar la alcaldía, a pesar de vencer a las catalanas y españolas en esta localidad del Vallès Oriental de 10.000 habitantes. ¿Pero qué impide la victoria socialista?

Joan Pujol, el primer alcalde socialista, lo atribuye a los últimos candidatos de la formación: "En unas municipales se vota a las personas, a diferencia de las otras elecciones, donde se vota partido, y, quizá por su talante, los jefes de lista socialistas no han sido los más idóneos". El que fue alcalde de 1983 a 1995 –en los dos primeros representando al PSC y en el último CiU– e incorporó a Illa como concejal de Cultura en 1987, cuando sólo tenía 21 años, no cree que ahora el líder de los socialistas ganara si se presentara: "Lo veo antes de presidente de la Generalitat por las peleas entre Junts y ERC que de alcalde. Al principio lo hizo muy bien, pero impulsó muchas obras con un coste muy elevado, como el pabellón, que tuvieron que asumir quienes venían después", critica el exalcalde. Por su parte, Encarna Cobo, de la Asociación de Vecinos de la Torreta, el gran feudo socialista, opina lo siguiente: "La herencia que dejó Illa hace que no ganen, ahora se ha impuesto la hija de Pujol porque Joan sí que dejó un buen recuerdo".

El republicano Albert Gil, que ha perdido la alcaldía tras gobernar los dos últimos mandatos, también comparte el diagnóstico sobre Illa: "Tiene medio pueblo a favor y medio en contra, tiene a muchos partidarios, pero también a muchos detractores". Gil, que en el 2015 rompió la hegemonía del PSC y CiU, justifica que tanto en 2007 como 2011 se decantaran por los convergentes y no por los socialistas como socios, que habían empatado a concejales con victoria por la mínima en votos de los segundos. "Las malas relaciones que teníamos con el PSC hizo que optáramos por dar la alcaldía a CiU", señala el concejal de ERC, que subraya que "Miquel Estapé fue muy duro con la oposición cuando fue alcalde". Estapé tomó el relevo de Illa en el 2005, a medio mandato, cuando el ahora primer secretario del PSC se incorporó a la Generalitat como director general de Infraestructuras.

El desgaste de estar en la oposición

"'El poder desgasta, pero la oposición más', como decía Giulio Andreotti, y hubo una estrategia clara para apartarnos del gobierno", denuncia el cabeza de lista del PSC, Paco García, para justificar la travesía por el desierto de su partido. El paso de los años curó las heridas y los republicanos pactaron con los socialistas en el 2016 y su cabeza de lista, Carles Fernández, ocupó la alcaldía de 2018 a 2019, la última vez que un socialista ha liderado el ayuntamiento roquerol. "En un año, Fernández pudo hacer pocas cosas", remarca Carme Canet, del Grupo de Opinión Céllecs, quien cree que el Procés ha hecho que la gente apoyara al independentismo, especialmente en 2019.

"Aquí tenemos a Illa, pero tenemos también familia del Junqueras", coincide Jaume Martínez, miembro de la Asociación de Vecinos de Santa Agnès de Malanyanes. Y es que la mujer del líder de Esquerra ha formado parte de las listas de ERC y en las últimas elecciones compitió con su propio hermano, que encabezaba un nuevo partido y que se quedó a las puertas de alcanzar el acta de concejal. El candidato del PSC también cree que el Procés les ha pasado factura: "No supimos explicar el pacto con ERC de finales del 2016 y el votante más antiindependentista nos castigó en el 2019 y pasamos de 5 a 3 concejales, que fueron a Ciudadanos". García cree que ahora era complicado ganar los comicios: "Teníamos que duplicar los resultados, pero hemos recuperado apoyo y hemos estado cerca de ser la primera fuerza". El 28 de mayo, los socialistas (4) quedaron en dos concejales de Junts (6).

Otros líderes que no ganan en su pueblo

Illa y el PSC de la Roca pueden consolarse pensando que otros líderes catalanes también sufren la misma suerte. ERC no ha conseguido recuperar la alcaldía de Sant Vicenç dels Horts en las dos últimas elecciones después de que Oriol Junqueras fuera el alcalde de 2011 a 2015. La proyección de Pere Aragonès como presidente tampoco ha permitido a los republicanos hacer sombra al PSC, que ha repetido mayoría absoluta, en su pueblo natal, Pineda de Mar. De hecho, el 28 de mayo los republicanos pasaron de 7 a 4 concejales en este pueblo del Maresme, donde Aragonès fue el alcaldable en el 2011, cuando obtuvo 2, y en el 2015, en el que subió hasta 5. El expresidente Carles Puigdemont también ha visto cómo Guanyem Girona arrebataba ahora la alcaldía a Junts, que en el 2019 sí había retenido la alcaldía.

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