Rifirrafe de la CUP y Aragonès por los presupuestos del Estado: "Es una burla"

El PSC reprocha al 'president' que exija cuotas de catalán al gobierno español mientras incumple la ley del cine en Catalunya

El presidente, Pere Aragonès, durante la sesión de control

BarcelonaA pesar de que los presupuestos catalanes están a punto de salir del horno –el Govern quiere aprobar el proyecto de ley el próximo martes–, los protagonistas de la sesión de control al president, Pere Aragonès, de este miércoles en el Parlament han sido las cuentas del Estado y la cuota de catalán en la ley del audiovisual. La CUP ha sido la primera en disparar contra el jefe del ejecutivo por el acuerdo que su grupo, Esquerra, ha logrado con el PSOE en el Congreso de Diputados para superar el primer trámite de las cuentas españolas, las enmiendas a la totalidad de los cuales se debaten este miércoles y jueves en Madrid. "Es un juego de promesas y engaños que acaba siendo una burla", ha lamentado la cabeza de filas de la CUP en el Parlament, Dolors Sabater. "Es una tomadura de pelo", ha sentenciado. Sabater le ha preguntado "de qué sirve" negociar con el gobierno español si después no cumple sus compromisos, y ha enumerado las cuestiones pendientes del pacto ERC-PSOE de los presupuestos de 2020: ha afirmado que la ejecución de las inversiones es solo del 13% en el primer semestre, que no hay gestión del ingreso mínimo vital ni cogestión de los fondos europeos.

Ahora bien, la cupaire no ha obtenido respuesta del president, Pere Aragonès. Tal como ya hizo ayer la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, que evitó valorar las negociaciones de Madrid, el jefe del ejecutivo le ha replicado que esta sesión del Parlament es de control del president y no de los "trece diputados de Esquerra" en el Congreso. Y, en todo caso, ha defendido que ERC ganó las elecciones españolas en Catalunya y que es "coherente" con su programa electoral. Una respuesta que, para Sabater, es inaceptable, porque Esquerra forma parte del gobierno de la Generalitat: "No se escabulla. Nos merecemos una respuesta con más dignidad".

A su vez, el presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, ha reclamado que el Estado cumpla con las inversiones presupuestadas y ha insistido en la idea de crear una comisión parlamentaria que cuantifique la deuda histórica del gobierno español con la Generalitat.

La cabeza de filas de la CUP en el Parlament, Dolors Sabater, durante la sesión de control en el pleno

Así pues, la sesión en el pleno ha dado pocas pistas sobre el estado de las negociaciones de los presupuestos catalanes con la CUP: solo el president, Pere Aragonès, ha reiterado el compromiso de aprobar el proyecto el 9 de noviembre en el consejo ejecutivo para que empiece el trámite en la cámara y ha mantenido a la CUP como socio prioritario para sacar adelante las cuentas. Ayer se reunió el conseller de Economía, Jaume Giró, con los cupaires, pero hasta ahora la izquierda anticapitalista ha dicho que las conversaciones no avanzan. Ayer martes la diputada Eulàlia Reguant, que lleva el peso de la negociación por parte de la CUP, ya advirtió que necesitaba un "giro a la izquierda" del Govern.

Durante la sesión de control al Govern, Reguant sí que ha hecho referencia a una cuestión que tiene que ver con los presupuestos: la internalització del 061 y el 112. El conseller de Salud, Josep Maria Argimon, se ha abierto a estudiar esta posibilidad mientras que el conseller del Interior, Joan Ignasi Elena, ha hecho la misma consideración con el 112. Elena, además, ha anunciado un incremento del 12% del sueldo para los trabajadores del teléfono de urgencias porque se trata de un "servicio esencial que atiende entre siete y ocho mil llamadas diarias" –informa Xavi Tedó y Cesc Maideu–. Por la tarde, los cupaires también han conseguido que su proposición de ley para internalizar los servicios urgentes y no urgentes del sistema sanitario supere el primer trámite en el pleno. Gestos que pueden allanar el terreno de la negociación.

El jefe de la oposición y líder del PSC en el Parlament, Salvador Illa, durante la sesión de control a la Generalitat

El PSC reitera la mano extendida

A pesar de que el Govern mantiene que la CUP es el socio prioritario para aprobar los presupuestos –el president les ha interpelado directamente para que se mantenga la mayoría independentista de la investidura–, el PSC ha vuelto a ofrecer mano extendida al Govern para sacarlos adelante. Por su parte, la cabeza de filas de los comuns, Jéssica Albiach, también se ha abierto a ser socio alternativo a la CUP. Ha reclamado un gran pacto entre todas las fuerzas políticas para que se aprueben los presupuestos de las principales administraciones después de la pandemia; los del Estado, los de la Generalitat y los del Ayuntamiento de Barcelona. Un posicionamiento que abre la posibilidad que entren a negociar los presupuestos catalanes, un extremo que hasta ahora habían negado.

Ahora bien, el jefe de la oposición, Salvador Illa, también ha tenido tiempo para los reproches. Después de que Esquerra haya exigido una cuota para el catalán en la ley audiovisual para no presentar enmienda a la totalidad de los presupuestos, Illa ha puesto de manifiesto que el Govern de Aragonès tampoco cumple la ley del cine, que establece una subtitulación o doblaje en catalán del 50% de las producciones. "Nos tendrá al lado en el pacto por el catalán, pero cumplan también ustedes las leyes que aprueban en defensa de la lengua en el Parlament", ha sentenciado el líder socialista.

¿Por qué la Generalitat no cumple su propia ley? Aragonès ha replicado que si la ley del cine hubiera tenido el apoyo del Estado tendría un grado más alto de cumplimiento, puesto que no es lo mismo, ha dicho, la fuerza que puede hacer la Generalitat ante las productoras que la que puede hacer el gobierno de un estado.

El uso del catalán en el sector audiovisual marcará los próximos meses la política catalana.

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