Crónica

Cuando España declaró Gonzalo Boye su "enemigo público"

Un documental de Sebastià Arabia repasa su trayectoria y denuncia "persecución" del Estado en el letrado

2 min
El abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boye.

BarcelonaGonzalo Boye no es un abogado convencional. Nacido en Chile en 1965, en Viña del Mar, entró en la carrera de letrado de forma heterodoxa: tras ser condenado en prisión por colaborar con ETA en el secuestro de Emiliano Revilla, cuyo caso siempre ha reivindicado la su inocencia, se sacó la carrera entre rejas y paulatinamente se fue forjando la imagen de abogado rebelde, antisistema. La acusación popular de los juicios del 11-M, los papeles de Bárcenas, la querella contra los seis principales asesores jurídicos de George Bush por la existencia de Guantánamo o la acusación contra el ejército israelí por los bombardeos en Palestina son sólo algunas de las causas que se destacan en el nuevo documental sobre él, Gonzalo Boye, el enemigo público, cuando se retrata su trayectoria. Éstas y, sobre todo, una última, la defensa del expresidente en el exilio Carles Puigdemont: "Sin él este documental no existiría".

La producción de Sebastià Arabia, que estará en Filmin el 27 de septiembre, se ha estrenado este lunes en la Filmoteca con la plana mayor de Junts y también el entorno personal de Boye. Había desde el secretario general del partido, Jordi Turull, y el presidente del Parlament, Josep Rull, hasta los jefes de filas en el Congreso, Míriam Nogueras, y en el Parlament, Albert Batet. También la presidenta y el portavoz de Junts, Laura Borràs y Josep Rius; las personas de confianza de Puigdemont en el exilio, Jami Matamala y Josep Lluís Alay, y la periodista Marcela Topor, esposa del expresidente. Boye se ha convertido en algo más que un abogado para ellos: les ha influido en la esfera política –es él quien negocia la amnistía, por ejemplo– y también en la personal –"hoy estamos entre amigos"–. Ha confesado que por eso se ha atrevido a hablar en catalán, deshaciéndose de la faceta más dura para mostrarse visiblemente emocionado.

El abogado Gonzalo Boye con la jefa de filas en el Congreso de Juntos, Míriam Nogueras

¿Boye, del CNI?

Si bien el trasfondo del documental es la causa judicial en el exilio, el protagonista es Boye y el objetivo es poner de manifiesto la "persecución política" de la que denuncia ser víctima por el procesamiento por blanqueo de capitales en el caso del narcotraficante Sito Miñanco . "Soy inocente", deja claro. Todo empezó, dice, cuando se convirtió en el abogado del exilio.

Primero, revela, le situaron como agente de la inteligencia española: "Hubo una reunión monotemática en Bruselas sobre si era o no del CNI, pero me dieron confianza [...]. Fue la primera muestra real de confianza del presidente". Y es a partir de ahí, y sobre todo después del triunfo judicial en Alemania, que pasa a ser el "enemigo público" del Estado, se reafirma. "Han venido a destruirme como persona. Como no pueden con Puigdemont, van detrás de mí. Soy un ciudadano sin derechos", relata. Una "película" que Boye avisa de que ya ha vivido –con la investigación que le llevó a la cárcel– y que no le cambiará: "Nunca cambio de estrategia. Puede haber diferentes tácticas, pero no estrategias. Quien cambia de estrategia pierde".

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