Esquerra abre la puerta a manifestarse en contra de la reforma del aeropuerto a pesar de que avala la inversión
La dirección republicana abre el debate interno sobre la ampliación para buscar cohesión interna
BarcelonaLa polémica reforma del aeropuerto de El Prat amenaza a algunos partidos catalanes de tener que convivir públicamente con sus contradicciones. Si primero fueron los comuns los que protestaron contra una inversión aeroportuaria que paga el gobierno español del que forma parte Podemos, ahora es Esquerra quien prevé participar en la manifestación contra la reforma a pesar de que el Govern que lidera es quien la ha pactado con el ejecutivo de Pedro Sánchez. Este lunes la secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, ha explicado que "es probable" que su partido participe "de alguna manera" en la primera protesta contra la ampliación del aeropuerto, que se ha convocado para el 19 de septiembre en Barcelona. Una ampliación que, si bien con matices, han defendido los republicanos desde la Generalitat.
El núcleo del conflicto es el rechazo que Esquerra se ha encontrado contra esta reforma, tanto dentro del partido como a escala social. Por ejemplo, la federación comarcal del Baix Llobregat, las juventudes republicanas y voces de peso como el exdiputado Joan Tardà se han posicionado de manera vehemente en contra. Ante estos dos focos de controversia –el interno y el externo–, los republicanos ya están moviendo ficha. A nivel interno, y según explican fuentes republicanas al ARA, la dirección del partido ha debatido este lunes la situación y estudia llevar a debate una iniciativa en un consejo nacional de finales de mes que cohesione al partido en torno a esta cuestión.
En cuanto al descontento social, ERC prevé asistir a la protesta en contra para evidenciar que, a pesar de que es partidaria de la inversión, no quiere que se haga en contra de criterios medioambientales. "La [laguna de la] Ricarda no se toca" es uno de los lemas que se ha impuesto el partido como "línia roja", señalan varias voces republicanas. "Estaremos en todas partes donde podamos hacer oír nuestra voz", ha argumentado Vilalta para explicar que valoren estar en la protesta. Aún así no podrá evitar la lectura de que se trata de un partido de gobierno protestando contra el gobierno del que forma parte.
Posición de Junts
En este sentido, desde Junts recelan de que Esquerra se plantee ir a la manifestación teniendo en cuenta que avaló el acuerdo con el gobierno español para ampliarlo y lo atribuyen a "equilibrios internos" ante los sectores de dentro del partido que se oponen a la infraestructura. Afirman que la laguna de la Ricarda está "protegida" y "garantizada" por la Generalitat y añaden que, si el plan director que se tiene que aprobar el 30 de septiembre en el consejo de ministros la toca, vicepresidencia no dará el visto bueno.
Remarcan que este es el acuerdo al que llegaron el sábado, en las convivencias del Govern en la Vall d'en Bas, después de que Aragonès hiciese un tuit el viernes cargando contra el proyecto. "Se ratificó el acuerdo al que llegó Puigneró y que no se destrozará la laguna", aseguran fuentes de vicepresidencia.
A pesar de que en menor medida, sin embargo, el desacuerdo con la ampliación de El Prat también existe dentro de Junts. Cuando Puigneró rubricó el pacto con el gobierno español levantó el dedo la presidenta del Parlament, Laura Borràs, a pesar de que más bien por una cuestión estratégica en relación con la Moncloa. "Los compromisos en inversión del gobierno español ya los conocemos. Volvemos a la zanahoria. Menos euforia y más memoria", dijo. Quien sí se ha posicionado en contra por cuestiones de requerimientos ambientales ha sido el ex conseller Damià Calvet, que hizo un artículo en El Nacional cuando salió del Govern exponiendo su opinión. Aseguró que la ampliación de la pista no pasará el filtro europeo de respecto a la Red Natura 2000 (de la cual forma parte la Ricarda) e instó a explorar una "gestión integrada de un frente aeroportuario catalán –Barcelona, Girona y Reus– interconectado en tren".
La jornada del sábado sirvió para que los dos socios consensuaran una posición común, pero no ha durado mucho tiempo. Hay un cierto recelo entre los republicanos sobre qué pactó realmente el vicepresidente Puigneró en la reunión del 2 de agosto en Madrid, donde negociaron directamente Territorio (JxCat) y Transporte y Movilidad (PSOE). Sea como sea, no será hasta el 30 de septiembre cuando realmente se tendrá que poner sobre papel: el consejo de ministros tiene que aprobar la inversión de 1.700 millones de euros para El Prat, y es a partir de aquí cuando el Govern espera poder influir en el plan director que tiene que concretar la ampliación y proteger la Ricarda.