El nuevo gobierno de Salvador Illa

La fijación de Salvador Illa con Josep Tarradellas

El talante en la Transición, la capacidad de "unir" y el acercamiento al PSC del histórico presidente son claves

Josep Tarradellas al llegar a Cataluña después del exilio.
31/08/2024
3 min

BarcelonaJosep Tarradellas es uno de los presidentes de la Generalitat más citados por el actual jefe de Govern, Salvador Illa. En el Parlament, para la investidura, incluso dejó una carta en el despacho de cada conseller con el discurso de la toma de posesión de Tarradellas. Las referencias al 125º presidente son constantes en actos políticos, y este viernes ha citado a sus consellers en el monasterio de Poblet, donde se encuentra el archivo del histórico dirigente que restableció la Generalitat después de cuatro décadas en el exilio. Por qué Illa le reivindica tanto?

La concepción de Salvador Illa sobre Catalunya se inspira en la defensa del autogobierno, en el "catalanismo integrador" y en la capacidad de trabajo, afirman fuentes cercanas al presidente, que para definir a Illa recurren a una frase del mismo Tarradellas cuando reclamaba arremangarse y "servir de ejemplo para los demás pueblos de España". "La mejora de España porque significa la mejora de Catalunya" es, por tanto, su prioridad política.

¿Qué razones históricas hay detrás de esta reivindicación? Según el historiador Carles Santacana, "hay muchos Tarradellas y, por eso, hay muchas reivindicaciones distintas" y "los políticos buscan referentes en el pasado que interesen". En este sentido, apunta que "hay un joven empapado independentista durante la Primera Guerra Mundial, que dura poco", después "el enfrentamiento" con Lluís Companys durante la República; en la guerra es un "hombre de gobierno"; está el del exilio, el del regreso, el presidente preautonómico, y después cuando ya es presidente Jordi Pujol. Por eso, lo defienden desde el PSC e incluso lo han hecho el PP o Ciutadans.

En el mismo sentido, el historiador Enric Pujol afirma que "es un patrimonio de muchas sensibilidades" con "una instrumentalización que la hace todo el mundo menos Convergència, que ya tiene Pujol". Y un elemento importante que destacan los dos historiadores: cuando los socialistas catalanes empiezan a reivindicarlo con fuerza es después de 1980 por sus críticas constantes a Pujol y sus políticas. De hecho, Enric Pujol apunta que Tarradellas intentó dar calor al PSC después de la victoria del líder convergente. De todas formas, relata que "Illa busca amplitud y profundidad en la figura de Tarradellas, que monta una Generalitat unitaria –con todos los partidos democráticos– y sienta las bases de lo que será la administración catalana".

Asimismo, según Santacana, la jornada de Poblet de este fin de semana "es significativa", ya que José Montilla hizo el primer acto tras ser designado presidenciable en 2006 en este mismo lugar. Y no es casualidad, a su juicio: "Se vincula con el universo Tarradellas y con la monarquía catalana medieval enterrada allí". Además, según Tarradellas, "Montserrat era un territorio de Pujol", muy implicado en la política –aunque también fue lugar de reunión de comunistas y otras corrientes antifranquistas–, a diferencia de Poblet. Pero también es esencial que el predecesor de Illa al frente del Ayuntamiento de la Roca del Vallés, Romano Planas, fuera una persona de la máxima confianza de Tarradellas y ejerciera de delegado suyo y de director general de Administración Pública de 1977 en el 1980.

Tarradellismo socialista

Enric Pujol argumenta que el PSC también se nutrió de personas tarradellistas como Josep Maria Bricall. Por otra parte, la conexión con un político importante del catalanismo que devolvió el autogobierno al país es también un hilo que los socialistas exploran. ¿Pero era un presidente españolista? Se le ha reprochado desde sectores soberanistas la adhesión a la monarquía, los vivas en España, la aceptación del marquesado (Juan Carlos I le otorgó esta distinción en 1986), las reticencias respecto a Euskadi o el acercamiento a los militares. Pero Santacana puntualiza que debe contextualizarse en la época en la que pasó y que hay que distinguir las declaraciones "contradictorias" una vez CiU estuvo en el poder. A su juicio, no tenía "una idea de federalismo o descentralización uniforme", sino que apostaba por la bilateralidad y un programa ambicioso en la Transición. "Podía ser considerado un radical", añade.

Así pues, el PSC e Illa en particular piensan en Tarradellas como símbolo y lo reivindican junto a los dos presidentes socialistas, Pasqual Maragall y José Montilla, aunque era militante de ERC, un partido que prefiere reivindicar a Francesc Macià , Lluís Companys, Josep Irla y, muy pronto, probablemente Pere Aragonès.

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