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El Gobierno aparta del foco mediático al departamento de Igualdad y Feminismo

Tras las polémicas de la anterior legislatura con ERC, los socialistas han optado por el perfil bajo

La consejera de Igualdad y Feminismo, Eva Menor
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BarcelonaDesde la pasada legislatura, las reivindicaciones feministas tienen una conselleria propia en el Govern, y desde su creación, las propuestas del departamento encabezado por Tània Verge ocuparon titulares, comparecencias e incluso polémicas –como el uso de totis–. Ahora, con el nuevo departamento capitaneado por Eva Menor, el foco mediático de la conselleria se ha reducido. Aunque el ejecutivo mantiene buena parte de las medidas iniciadas por el anterior equipo, la comunicación –y también de algunas nuevas medidas– suele quedar en un segundo plano. Se trata de un cambio que también se ha producido en el gobierno español: de la proyección de Irene Montero de Podemos a Ana Redondo del PSOE, que apenas en las últimas semanas después de casi dos años de tomar posesión del cargo ha estado en el ojo del huracán por las pulseras antimaltrato.

En el plan de gobierno, el ejecutivo de Salvador Illa engloba el feminismo en una de las cinco grandes prioridades del ejecutivo. Pedro Aragonés también lo fijaba como una de las transformaciones que quería llevar a cabo su gobierno. En el caso de los republicanos, el feminismo era uno de los cuatro ejes que fijaban la acción de gobierno y bajo ese término se englobaban otras cuestiones referentes a la igualdad, mientras que los socialistas en su plan de gobierno sitúan al feminismo como una prioridad, pero mezclada en un mismo nivel con términos como equidad social y bienestar. De hecho, el departamento de Igualdad se mantuvo a raíz de un compromiso que ERC arrancó en el PSC en las negociaciones para la investidura de Isla.

"Es evidente que el actual departamento tiene menos visibilidad que el anterior", expone la catedrática de estudios de derecho y ciencia política en la UOC Ana Sofía Cardenal. La explicación, según el profesor de ciencia política de la Universidad Carlos III Pablo Simón, es que hace unos años el feminismo era "una bandera ganadora". Ahora, sin embargo, la "corriente de fondo", dice Cardenal, es completamente contrario a las ideas de este movimiento. Además, Simón apunta a la ruptura cada vez más evidente dentro del feminismo como factor que hace que a los partidos les resulte más arriesgado hacer una defensa enconada de determinados posicionamientos en los que no hay consenso ni dentro del mismo movimiento. Este desacuerdo provoca que la carpeta se convierta en un tema "espinoso", que "lejos de cohesionar la base, puede dividirla", y algo que podía funcionar para ganar apoyo, "se puede convertir en un boomerang", explica Simón.

¿Miedo a la reacción?

El hecho de que la conselleria tenga menos actividad mediática es "una forma de no visibilizar las posiciones de defensa del feminismo y de los derechos de las minorías, pese a que el partido del gobierno las defienda", explica Cardenal, pero también advierte que el PSC tiene una posición "más central" que ERC en esta carpeta, y que el perfil de la consellera es "diferente". Simón apunta que a nivel estatal ha pasado lo mismo: la sucesora de Irene Montero al frente del ministerio de Igualdad, Ana Redondo, tiene un perfil menos activista, y no ha sido noticia hasta ahora.

Tanto Cardenal como Simón vinculan también el perfil bajo del Gobierno en cuanto al feminismo a una voluntad de evitar la reacción que pueda producir la promoción de algunas medidas. Fuentes del equipo del anterior departamento lamentan que esto supone hacer "una concesión al auge de la contrarreacción global", mientras la politóloga experta en extrema derecha Anna López advierte que la moderación en el discurso y la acción legislativa "no frena la extrema derecha": "El ruido mediático y la movilización siguen igual, e incluso. Ahora bien, desde el departamento de Igualdad y Feminismo actual aseguran que "nada tiene que ver" el auge de posicionamientos contrarios al feminismo con cómo enfocan su acción comunicativa, y consideran que "no es necesario rebajar el tono". Si hay diferencias entre las dos conselleries, apuntan, es porque son equipos y personas distintas.

Cambios en el departamento

Más allá de la comunicación, fuentes de la anterior conselleria de Igualdad y Feminismo señalan un cambio en cómo el departamento afronta ciertas cuestiones. Por un lado, porque en la conselleria la proporción de gente proveniente de los movimientos sociales ha disminuido "notablemente" -a diferencia del anterior mandato-, con una apuesta por cargos más orgánicos del PSC, aseguran las fuentes. En este sentido, Simón recuerda la "señal inequívoca" que supuso el cambio de nombre del departamento, que perdió el plural con la llegada de los socialistas: si bien con Virgen el nombre era departamento de Igualdad y Feminismos, con Menor es departamento de Igualdad y Feminismo. Cardenal también apunta que el PSC "representa el feminismo clásico", mientras que Virgen representaba "más bien un feminismo nuevo y transgresor". Justamente fruto de este cambio ideológico, fuentes del anterior equipo explican que en el último año al menos tres cargos técnicos han abandonado el departamento por discrepancias políticas.

Por otra parte, las mismas fuentes también aseveran que aunque se está dando continuidad a políticas impulsadas por el equipo anterior, algunas –como la campaña para disponer de productos menstruales gratuitos en las farmacias– no se están promocionando como debería, y otras nuevas suponen hacer "seguidismo del". Sin embargo, desde el departamento aseguran que están trabajando en muchos ámbitos y con acciones concretas. Pese a no especificar cuáles son estas acciones, se remiten al plan de acción de la conselleria, en el que el departamento fija al inicio del mandato las medidas que quiere impulsar a lo largo de toda la legislatura.

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