El gobierno español empieza el nuevo curso ganando las seis votaciones en el Congreso
Luz verde al decreto energético y cinco iniciativas más, entre las cuales la ley del 'sí es sí' y la de ciencia
MadridMientras Pedro Sánchez continuaba en el Ecuador la gira por la América Latina, en el Congreso sus ministros contaban votaciones por victorias. El gobierno español ha conseguido sacar adelante tres leyes y tres decretos este jueves en el pleno extraordinario que ha dado el pistoletazo de salida al nuevo curso político, marcado por la crisis energética y la espiral inflacionista. Precisamente, uno de los paquetes aprobados es el que se ha denominado decreto energético, pero que contiene otras medidas como la gratuidad del transporte público de Renfe y becas para estudiantes los cuatro meses próximos. Era una votación crucial que el PSOE, finalmente, ha podido salvar gracias a las conversaciones de último minuto con los socios habituales: ERC, PNV, EH Bildu, PDECat, Más País y Compromís. 187 votos a favor y 161 en contra, un bloque consolidado que integran la triple derecha, así como Junts y la CUP.
Había cinco puntos más en la orden del día: un decreto sobre el nuevo sistema de cotización de autónomos, al cual el PP sí que ha votado a favor porque así se lo pidió la asociación del sector ATA en una reunión este miércoles en el Congreso; y otro decreto de medidas sobre incendios forestales que también ha visto luz verde con amplia mayoría. Ahora bien, uno de los socios más importantes del gobierno español, ERC, se ha abstenido en los dos casos. En el segundo de ellos, la principal crítica que las formaciones soberanistas catalanas han planteado al ejecutivo es la invasión de competencias y han subrayado que Catalunya tiene recursos muy desarrollados en la actuación contra los incendios.
Más allá de la convalidación de los tres decretos, el Congreso también ha dado la aprobación definitiva a la ley concursal, la ley de ciencia y la ley de libertad sexual –conocida como solo sí es sí–. Un acuerdo, ahora sí, entre ERC y el gobierno español ha permitido que no prosperara una enmienda del PP a la ley de ciencia aprobada en el Senado que ponía límites a la contratación indefinida de los investigadores. Así, los ministros José Luis Escrivá, Raquel Sánchez, Teresa Ribera, Diana Morant e Irene Montero han puesto cara a un arranque con buen pie del gobierno español en el Congreso.
Crispación PSOE-PP
El foco estaba puesto en el decreto energético, vilipendiado por el PP a pesar de que hace unas semanas su presidente, Alberto Núñez Feijóo, apostaba por algunas medidas que contiene, como ajustar el termostato y apagar luces por la noche en según qué edificios y establecimientos. Raquel Sánchez en lugar de Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, ha sido la encargada de defender el decreto y ha cargado fuerte las tintas contra el PP. La exalcaldesa de Gavà ha acusado a la formación conservadora de ser la “derecha más rancia de Europa” y ha diferenciado “dos tipos de conservadurismo: el retrógrado y negacionista que se sienta entre nosotros y la derecha moderna europea que allá donde gobierna toma medidas parecidas a las nuestras”.
En el turno de respuesta, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha denunciado los “parches” que considera que representan las medidas en materia energética del gobierno español y se ha ofrecido a hablar de “cuestiones serias” y no de "improvisaciones mal orientadas". En su intervención, Gamarra también ha señalado que la excepción ibérica no está dando frutos porque la factura de la luz es "cuatro veces más cara que hace un año" y ha concluido que el de Sánchez es el "peor gobierno de Europa". En estas circunstancias, el margen de colaboración entre los dos grandes partidos españoles se evidencia escaso, si bien la presentación del plan de contingencia en Bruselas en septiembre ofrecerá una nueva oportunidad. Feijóo ha asegurado desde Pontevedra que trasladará propuestas al ejecutivo del Estado, si bien ha lamentado la insistencia del PSOE a entenderse con el "bloque plurinacional".
Efectivamente, es con lo que ha podido salir adelante el decreto energético, no sin haber tenido que aceptar posibles modificaciones durante el trámite parlamentario que ahora se abrirá. ERC y el PDECat han pactado con los socialistas que de aquí unas cuatro semanas tendría que estar terminado el periodo de enmiendas a la totalidad y parciales para así redactar la ponencia definitiva y llevarla al pleno. A la espera de saber hacia adónde irán los cambios, los dos partidos reclaman ayudas para pymes y autónomos a la hora de implementar medidas como la de las puertas automáticas en los establecimientos a fin de que se mantenga la temperatura en el interior de los locales. El PDECat también reclama alguna solución en el transporte público para que las ayudas no solo se centren en el ferroviario, dado que se producen "asimetrías" con las poblaciones donde funcionan otros métodos de transporte.
Junts y la CUP, a la contra
La predisposición de ERC y el PDECat para dar recorrido al decreto contrasta con el no de Junts y la CUP, instalados en una oposición frontal al gobierno de Sánchez. De hecho, a la hora de levantar el teléfono, el PSOE ya sabe de entrada con quién sí y con quién no podrá contar. Y descarta algunas llamadas. Míriam Nogueras (Junts) y Albert Botran (CUP) han coincidido en criticar que el decreto incluya un mecanismo para afrontar el rescate de las autopistas radiales de Madrid con dinero público y 1.360 millones de euros de compensación al sector eléctrico.