El Govern y la Moncloa retoman la bilateralidad entre desconfianzas

La Comisión Bilateral se reúne este lunes en Madrid y hará de termómetro de la relación Sánchez-Aragonès

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Pedro Sánchez y Pere Aragonès entrando en  la Moncloa.

BarcelonaDesde que se levantó el 155 en junio el 2018, la Generalitat y el gobierno español han hecho varios intentos de recuperar una relación bilateral más o menos fluida; por ejemplo, la reunión de la Comisión Bilateral Generalitat-Estado que se celebró en agosto de 2018, la Declaración de Pedralbes que Quim Torra y Pedro Sánchez pactaron en diciembre del mismo año o la mesa de diálogo que se convocó en febrero del 2020. Ninguno de estos encuentros tuvo continuidad y quedaron diluidos entre reproches cruzados. Este lunes los dos gobiernos lo volverán a intentar desde la sede del ministerio de Política Territorial en Madrid. Allá se reunirá de nuevo la Comisión Bilateral con la intención de que todo ello no quede en una simple fotografía como hace tres años. El inicio se producirá entre señales de desconfianza por los dos lados.

La reunión de este lunes la pactaron los presidentes Pedro Sánchez y Pere Aragonès en su encuentro de finales de junio, pero ni esto pudo evitar que tambaleara en más de un momento. El relevo en la cartera de Política Territorial del ministro catalán Miquel Iceta por Isabel Rodríguez puso en peligro el encuentro. Un par de llamadas entre la nueva titular del ministerio y la consellera de la Presidencia, Laura Vilagrà, salvaron la reunión, pero evidenciaron hasta qué punto todo es frágil. Unos días más tarde, además, Rodríguez también exhibió que no le han puesto en el cargo por tener una sensibilidad especial hacia el conflicto político catalán. "El independentismo tendría que haber aprendido la lección", espetó en su debut sobre la cuestión. Si a la Generalitat no le ha gustado el relevo de Iceta y sus derivadas, el gobierno español llega a la cita enfadado con Pere Aragonès por haberse ausentado de la conferencia de presidentes del viernes. "Hoy los catalanes lamentablemente se han quedado mudos", criticó la misma Rodríguez. La desconfianza es mutua.

¿Qué se tiene que esperar de la Bilateral de hoy? Acuerdos tangibles, más bien pocos. La Generalitat llevará una larga lista de demandas y negociará con el Estado cuáles pasan el filtro y cuáles no. Es decir, cuáles se derivan a otras comisiones subsidiarias como la de Transferencias, la de Asuntos Económicos o la de Infraestructuras para, allá sí, acabar de cerrar cuestiones concretas. Entre la lista de demandas catalanas, 56 traspasos pendientes que ha detectado la Generalitat –adelantados por el ARA– como por ejemplo la Inspección de Trabajo, la gestión de las becas universitarias –uno de los acuerdos que parece más factible y que entraría en vigor en el curso 2022-23–, Salvamento Marítimo o inmuebles de titularidad estatal. El Govern también quiere hablar de deudas pendientes como la disposición adicional tercera –que cifra en 3.800 millones–, de infraestructuras clave como el aeropuerto y el puerto y de conflictos competenciales como el que se ha abierto por la ley catalana que limita el precio del alquiler o la voluntad de la Generalitat de gestionar el ingreso mínimo vital. Vilagrà, que liderará la delegación catalana flanqueada por el vicepresidente Jordi Puigneró y el conseller de Economía, Jaume Giró, decía hace unos días que querían un "calendario de trabajo cerrado". "Queremos todos los traspasos pendientes", resumía.

Fondos europeos

Pero nada es fácil en las relaciones entre ejecutivos. "Hasta al último minuto negociando el orden del día", explican fuentes del Govern, que ya se han llevado la primera decepción antes de entrar por la puerta del ministerio: el Estado no quiere tratar la cogestión de los fondos europeos. Es un toque de atención hacia la Generalitat por haberse ausentado de la conferencia de presidentes, donde sí se trataron. Desde la Generalitat aseguran que pondrán el tema sobre la mesa a pesar de que la receptividad del Estado no parezca la más idónea, y más cuando habrá una reunión técnica sobre el tema con todas las autonomías este mismo lunes por la mañana de manera telemática –Catalunya estará–. Este domingo, en una entrevista con Efe, Puigneró ya ha expresado su desconfianza hacia el gobierno español: "Con el Estado tenemos que cobrar al contado, ya no vale a crédito".

Lo que seguro que no se abordará en este foro es el conflicto político, que se dejará para la mesa de diálogo del 13 de septiembre. Es una demanda largamente planteada por Esquerra, que quiere separar claramente la mesa de negociación en la que se hablará de autogobierno –la Bilateral– y la mesa en que se hablará del conflicto –la mesa de diálogo–. Este segundo espacio de negociación este domingo ha ganado un nuevo detractor en las filas de JxCat. La alcaldesa de Girona y diputada en el Parlament, Marta Madrenas, en declaraciones a la ACN la ha dado por amortizada y ha emplazado al independentismo a pensar ya en una "nueva fórmula". De aquí a poco más de un mes ya estarán activados los dos foros bilaterales entre el gobierno catalán y el español. Los dos, de pronóstico incierto.

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