La nueva legislatura catalana

Incertidumbre en ERC por la reacción de las bases a un posible acuerdo con el PSC

Los negociadores mantendrán conversaciones todo el fin de semana para intentar anunciar un preacuerdo a principios de la próxima semana

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La secretaria general de ERC, Marta Rovira, en la sede del partido tras su regreso a Catalunya.

BarcelonaLa negociación entre ERC y el PSC encara su recta final y, aunque ambas partes admiten que ha habido avances, el pacto no está hecho. Los republicanos son los que aseguran que todavía faltan más aspectos por consensuar, especialmente en torno a la financiación. El partido que pilota Marta Rovira es el que afronta estas negociaciones con una situación más complicada: está inmerso en una crisis interna por el liderazgo de la formación, donde también ha impactado el escándalo de los carteles de los Maragall destapado por el ARA. La presión de las bases para llegar a un acuerdo que les satisfaga es alta, lo que hace que se haya instalado un sentimiento de incertidumbre entre los cuadros dirigentes, según apuntan varias fuentes consultadas, por la reacción que puedan tener frente a un eventual pacto con el PSC.

Hay cargos territoriales que son totalmente contrarios a firmar un pacto para hacer Illa president y sólo estarían dispuestos a valorarlo si Esquerra arrastrara a los socialistas a aceptar el concierto económico para Catalunya. Pero un modelo que el PSOE sigue rechazando y, como alternativa, defiende desarrollar el consorcio tributario que ya prevé el Estatut. "Lo que vemos en las asambleas territoriales es mucha desconfianza hacia el PSOE", admitió este viernes la portavoz de ERC, Raquel Sans, en una entrevista en el 3/24. De hecho, la dirigente republicana ha añadido que es esa "desconfianza" la que hace "dudar" la dirección de que las bases puedan avalar un eventual acuerdo con el PSC. Precisamente, esta semana el gobierno español ha desbloqueado algunos de los pactos incumplidos y ha desbloqueado, por ejemplo, los primeros 1.000 millones de euros para empezar el traspaso de Cercanías.

Algunos cuadros han visto estos movimientos como una manera de edulcorar un posible acuerdo y salvar al PSC. Ahora bien, también hay cargos territoriales, según fuentes consultadas, que apuestan por investir a Salvador Illa, si es necesario con la nariz tapada, para evitar una repetición electoral. Aunque Marta Rovira ha ido repitiendo públicamente que no le da miedo volver a las urnas, lo cierto es que el partido debería abrir un melón complicado: buscar a un candidato en plena pugna interna por el liderazgo de la formación y afrontar una campaña electoral con el batacazo del 12-M y todas las encuestas en su contra.

¿Y qué dice el PSC? Ya antes de que la crisis de los carteles hiciera tambalear a la cúpula de ERC, el partido admitía que el mal resultado de los republicanos el 12-M había puesto la dirección del partido en una situación delicada, que no ayudaba al clima de las negociaciones. Los socialistas no han querido hacer sangre con el caso de los carteles (aunque afecta también a Pasqual Maragall, una de sus grandes figuras políticas) y confían en que la cúpula republicana pueda convencer a sus bases. Y donde no llegue la ilusión, reconocen fuentes socialistas, debe llegar el pragmatismo para evitar nuevas elecciones. En paralelo, las negociaciones con los comunes siguen y los de Jéssica Albiach reclaman a Isla moverse más en la carpeta de la vivienda.

La fecha límite del 31 de julio

Sea como fuere, Esquerra se fijó el 31 de julio como fecha límite para decidir si se levantaba de la mesa de negociación. Todas las fuentes consultadas de ambos lados de la negociación sitúan en lunes o martes la fecha en la que se podría anunciar un preacuerdo. A partir de ahí, la dirección de ERC pondría en marcha la maquinaria para someter el pacto a la consulta de la militancia. De entrada, el partido convocaría a una ejecutiva para que validara el acuerdo, la pregunta y la fecha de la consulta. A partir de ahí, la dirección prevé convocar asambleas para explicar su contenido a la militancia antes de someterlo directamente a consulta. Es decir, si la ejecutiva ha dado por bueno el pacto, los negociadores intentarán explicar sus bondades para convencer a las bases. Ahora bien, si finalmente no se llega a un umbral que la dirección considere lo suficientemente válido, el partido podría decidir no convocar ninguna consulta. ¿Se acabaría aquí la negociación? Según dijo Marta Rovira hace pocos días, sí, pero habrá que ver los próximos pasos que da el partido.

En todo este debate interno que deberá afrontar ERC de cara a la próxima semana hay una variable que podría impactar directamente: el regreso de Carles Puigdemont. Si el expresidente decide volver para un eventual debate de investidura de Salvador Illa, pondría a ERC en la disyuntiva de decidir si permite igualmente que el líder socialista sea presidente ante la posibilidad de que Puigdemont sea encarcelado. Los contactos entre Junts y ERC han continuado en los últimos días, pero sin concreciones. La última reunión ha sido este viernes entre el secretario general de Junts, Jordi Turull, y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, según ha avanzado El Nacional y ha confirmado el ARA.

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